NADA QUE PERDER. SUSANA FORTES. Editorial Planeta. 2022.
Buenos y maravillosos días no otoñales.
Con estas calores que continúan, el libro de hoy situado en Galicia, en el bajo Miño, seguramente nos refresque un poco.
Hasta allí debe volver Blanca, una joven que vive y trabaja en Copenhague. Ella es originaria de As Covas y la llamada de un periodista del Faro de Vigo la conduce hasta el pueblo donde unos recuerdos de la infancia que se quedaron perdidos en su memoria sin que pudiera recuperarlos, serán la clave para resolver un caso ocurrido veinticinco años atrás.
La aparición de dos cadáveres de niños en un yacimiento reaviva la llama de un suceso que conmocionó al pueblo pero que nunca fue resuelto por la Guardia Civil. Hugo y su hermano Nico, vecinos de As Covas, desaparecieron un 12 de agosto de 1979 y nunca se supo de ellos. Sólo apareció días más tarde una mochila que llevaba el pequeño.
La implicación de Blanca en todo esto es que ella estaba con esos niños aquella tarde, eran sus amigos cuando sólo contaba ocho años. Mientras que a ella la encontraron en un canasto en la orilla del mar, a los chavales no se les volvió a ver nunca hasta que aparecieron los cuerpos.
El problema es que Blanca ha estado veinticinco años sin recordar nada de lo que sucedió ese día y ahora el periodista Lois Lobo la necesita para escribir un artículo que esclarezca quién acabó con la vida de los pequeños.
La estancia de la mujer en su pueblo resulta ser bastante fructífera. No sólo para conocer unos secretos que sobrepasan la ilegalidad y que implican a casi todo el pueblo bajo un silencio que se extiende en el tiempo, sino para traer de vuelta sus orígenes y lo que esconde su propia familia.
Con respecto al final, sin contar nada puedo decir que es poco esperado, pero para mi gusto cogido con pinzas. No se argumenta suficiente acerca de las verdaderas razones del culpable y las que ofrece son poco convincentes, a mi parecer.
Utiliza mucho el recurso de las drogas y el contrabando que en Galicia era el pan de cada día, pero luego los derroteros que toma son muy livianos, poco trabajados. Todo para concluir que en los pueblos la gente calla cosas que son muy graves.
Como decía, el final es poco claro y puesto con parches pero la historia en general es buena y es verdad que hay mucho misterio e intriga de por medio, con sus momentos de tensión.
Os la recomiendo para pasar un buen rato y sobre todo si os gustan los thrillers rurales con casos del pasado que se reabren en el presente, eso sí, sin policía, ahora con periodistas con una vocación desmedida por contar la verdad.
Un saludo y cuidaos.
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