EL ÚLTIMO SUSURRO. GEMA TACÓN. Autopublicado. 2017.
Buenas, un domingo de vacaciones. No las mías sino las de muchos/as.
Después de otra sesión maratoniana de amigurumi, siempre me queda tiempo para leer y en este caso vengo con otra autora indie. De ella ya he leído El nido del lobo, otro thriller escrito posteriormente al que reseño hoy.
Kate Warne es una inspectora de policía que por la muerte de una compañera en un caso anterior queda abatida y desolada.
Pero un nuevo caso, esta vez con miembros amputados, víctimas que tienen en común la práctica y publicación de vídeos de la técnica de relajación ASMR, y el mismo modus operandi de lo que parece ser un asesino en serie, sacan a Warne de su letargo para ponerla otra vez en acción.
Su nuevo compañero, Joseph Bell, y ella, bajo las órdenes de su jefa, Cressida Dick, se toparán con diferentes sospechosos que encauzarán su investigación, pero conforme se suceden las muertes, las vueltas de tuerca les dificultarán llegar hasta el verdadero culpable.
Por otra parte, comienzan a surgir connotaciones personales relacionadas con Kate. Los recuerdos y las estrechas relaciones con algunos/as de sus compañeros/as hacen mella en ella conforme avanzan las pesquisas y el asesino continúa matando.
Y es que, a medida que el final se acerca, el pasado no parece estar solo en su memoria.
Con una serie de giros que te van enmarañando en una espiral donde nada es lo que parece, Gema Tacón nos adentra en el juego del Silenciador de Susurros, el asesino que está sembrando el pánico entre los asmrtist, las personas que saben utilizar la técnica de ASMR.
Con un micrófono, unos cascos y una cabeza de mentira, el desconocido mundo del ASMR se apodera del lector, paradójicamente, no para hacerle sus "cosquillitas" relajantes, sino para elevarle las pulsaciones mientras Kate Warne corre a contrarreloj en busca de la persona que se está cobrando tantas vidas y que parece señalarla a ella.
Gema Tacón sigue en su línea. Sarcástica en los diálogos pero seria en la trama, con giros predecibles que sabe que nos van a hacer sentir confiados, dueños del cotarro, pero luego va y te asesta el golpe, ya sea en forma de muerte inesperada o de final de Houdini.
Y es que es difícil hacer una reseña negativa de sus libros, más que nada porque su humor fresco como el levante no le impide crear unas historias con una documentación cuidada y una estructura sencilla pero impecable.
Esa es la narrativa que me gusta, correcta en el lenguaje y ortografía, con una trama bien apuntalada pero con una ligereza que te permite correr entre las páginas en busca del culpable, sin tener que leer veinte veces un párrafo para digerirlo.
Como siempre, una de mis indies favoritas, por cómo es ella y por sus libros, todo en uno.
Ahora que estoy en ciclo indie, os recomiendo esta novela y la de El nido del lobo, que fue, aparte de inquietante, bastante graciosa, con lo que se disolvía la ansiedad. En Amazon encontraréis estas y otras de sus novelas, de fantasía, de humor...
Un saludo y a disfrutar de los últimos rayos de sol.