VÉRTIGO (EL PISO MIL 2). KATHARINE MCGEE. Editorial Molino. 2017.
Hola, chavales.
¿Qué decir de este libro?
Que convendría que leyeseis la primera parte: El piso mil.
Yo ya la leí, aunque no hacía reseñas en mi blog por aquel entonces y por eso, os daré unas cuantas pinceladas.
Al leer el resumen, pensaréis que es de ciencia ficción, pero no lo es exactamente. Aunque claro, contiene muchos elementos de este tipo de novela. Es más bien una novela de misterio y amor con estos detalles futuristas.
Es, como decía, la segunda parte de la serie El piso mil. Se llama así porque transcurre en un rascacielos altísimo (con mil pisos, llamado la Torre) en Nueva York y está ambientada en el futuro. Como comenté en su día en Instagram, la novela es un compendio de líos amorosos, drogas futuristas, ordenadores cuánticos insertados en el cerebro, coches eléctricos y voladores y, sobre todo, una torre que es como una ciudad.
El tiempo atmosférico está controlado dentro, hay escuelas, pistas de hielo, parques, tiendas y viviendas... Pero solo los más ricos y exuberantes viven en los pisos altos. Los menos pudientes viven en los bajos, es decir, a partir del piso 800 hacia abajo.
Las relaciones tan complejas que se dan ente los personajes convierten la historia en una emocionante novela de secretos y venganzas. Avery, Leda, Eris, Rylin, Cord, Atlas, Watt, Mariel... Todos tienen un secreto. Sus relaciones personales se entrelazan en una espiral que los lleva a una noche fatídica donde uno de ellos muere por un empujón.
En este episodio acaba el primer libro.
En el segundo, del que trata la reseña, la vida sigue desde que este personaje murió al caer desde el piso mil mientras se celebraba un fiesta.
Todos vieron como una de las chicas empujó a la otra, cayó y murió. La joven que murió era una persona importante, una de las que llaman encumbradas porque vivía en uno de los pisos cercanos al mil. La culpable de su muerte ha sido encubierta por los testigos que estaban en la azotea aquella noche. ¿Por qué? Porque la culpable conoce secretos muy graves de cada uno de ellos.
Así las cosas, la vida en la torre y en concreto, en la escuela de Berkeley (para los ricos) se desarrolla en ausencia de la amiga muerta, aunque con los mismos tejemanejes amorosos entre ellos.
Fiestas, reconciliaciones, traiciones, nuevos personajes, como la estafadora Calliope y su madre que vendrán a engañar y a dar la vuelta a la vida de los encumbrados. Muchos secretos que volarán hacia nuevas mentes perversas y vengativas. Venganza por la muerte de la joven que cayó desde el piso mil...
Relaciones imposibles, amores entre pobres y ricos... Y tecnología punta. No solo es una historia de líos amorosos, también tienen cabida en su fondo muchos aparatos innovadores como los aviones que funcionan con agua, estructuras efímeras como es el caso de puentes que solo sirven para unos minutos y se esfuman, lentes de contacto con ordenador incluido...
Todo en un mundo en el que puede ser posible controlar el tiempo, crear nieve artificial que no se derrite o viajar en coches suspendidos en el aire, pero en donde las emociones son las mismas que las de ahora. La ira, el afán de venganza o la desesperación por mantener un secreto a salvo puede llevar a los sujetos a querer matar...
Hasta el punto de que ya desde el principio, la novela nos cuenta que otra joven ha muerto. ¿Quién será está vez?
Si queréis saber de qué hablo, no os perdáis ninguno de los dos libros, no solo porque dentro de poco estará disponible la tercera parte, sino también porque he leído que van a hacer una serie de televisión.
Me ha encantado. Si consigues meterte de lleno en la vida de los personajes, la trama te engancha de tal forma que estás deseando llegar al final para ver cómo acaban las diferentes historias amorosas y sobre todo, saber quién muere.
Una lectura fresca, de verano, aunque se puede leer cuando quieras si te atrapa como lo hizo conmigo.
Recomendada para los que disfrutan con los reveses amorosos pero sin empalagar, también a los que les gusta ese mundillo del lujo y las fiestas... Y cómo no, a los que sienten curiosidad por el mundo hiperdesarrollado de un futuro lejano, 2118.
Un saludo.
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