UN CANTO AL SILENCIO. JENNIFER ROSNER. Roca Editorial. 2021.
Saludos, lectores.
Viernes con mal tiempo, pero aquí seguimos.
El libro de hoy tiene que ver con el Holocausto pero no directamente. Está más bien relacionado con la ocupación nazi de Polonia.
Nos situamos en 1941 en Polonia. Los nazis hacen redadas para encontrar a todos los judíos que puedan estar escondidos después de haber arrasado con todas sus propiedades y habérselos llevado a los campos de concentración o haber acabado con ellos allí mismo.
Róża y su hija Shira de cinco años, judías, llegan desde el bosque hasta el granero de un vecino, que las acoge allí con el beneplácito también de su mujer. Las dos se esconden debajo del heno en la parte de arriba, donde nadie puede verlas ni oírlas. Pero para que esto último se cumpla, la madre tendrá que poner todo su empeño para contener a la pequeña Shira, a la que le encanta la música y sólo quiere tararear o dar golpecitos.
Y es que Shira ha heredado el don de la música como sus padres, que son músicos, y de su abuelo, que construía violines y le encantaba escuchar música clásica. El problema es que las melodías que tiene en su cabeza o aquellas que le susurra su madre no puede reproducirlas en voz alta, pues debe estar lo más en silencio posible para que el ruido no las delate a los vecinos, que podrían avisar a los nazis.
Así, la niña tiene que crear un pajarito imaginario al que le hace cantar dentro de su cabeza, al que cuida y el que refleja sus estados de ánimo. Un pajarito que tiene dieciocho tonos en el canto, pero que si está triste sólo tiene dos.
Su madre, para distraerla y que se mantenga en silencio le cuenta un cuento en el que la niña protagonista tiene un jardín en el que debe estar muy callada para que no vengan y lo pisen los gigantes si la oyen. Aparte, le enseña el lenguaje de la música, las letras y los números.
Poco a poco, los meses pasan y Róża y su hija sufren el hambre, el hacinamiento, la falta de higiene y otras calamidades. Hasta que un día, lo que más teme la mujer, que tengan que irse de allí, se hace realidad y Róża tiene que tomar una de las decisiones más importantes de su vida.
Con una prosa casi lírica, porque está llena de música, la historia nos narra con ternura a pesar de la tristeza que subyace a la situación, la estancia silenciosa de una madre y su hija, que luchan para sobrevivir.
Llena de silencio y aprensión, pero también de música y esperanza, la novela no dejará a nadie indiferente, porque pese a su dureza, el relato es entrañable y moderado.
Os la recomiendo. Es ficción, pero bien podría tratarse de hechos reales, dadas las circunstancias que se vivieron en esos momentos.
Emocionante y a veces perturbadora, consigue captar el interés del lector y mantenerlo silencioso, sigiloso y atento a la melodía que resuena en sus páginas.
Muy buen día a todos y feliz finde.
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