martes, 27 de noviembre de 2018

No es mío de Susi Fox



NO ES MÍO. SUSI FOX. Editorial Suma de Letras. 2018


Hola a todos/as.

¿Qué pasaría si cuando ves a tu hijo recién nacido por primera vez sientes que no es tuyo, que te lo han cambiado? 

Eso es lo que piensa Sasha después de visitar a su bebé en el nido que está en una incubadora por ser prematuro. La protagonista creía, según la ecografía, que tendría una niña y tras ver al pequeño que le presentan, está convencida de que ha habido un error y le han cambiado a su hijo.

Así comienza una lucha por que se sepa la verdad y sin contar con  el apoyo de su padre y su marido, Mark, que aseguran que está confundida.

A su vez, el personal sanitario niegan ninguna negligencia y sugiere que tenga una posible paranoia e incluso trastornos más graves como psicosis puerperal. Pero Sasha está muy segura, tiene esa intuición y quiere hacerse unas pruebas de maternidad. Para ello tendrá que luchar contra una matrona, una psiquiatra y los suyos, que lo único que quieren es que acepte a su hijo Tobey y así podrán salir ella y el niño del hospital.

Pero nada ayuda. El pasado de esta mujer y sus intentos desesperados de buscar a su bebé en el nido entre otros niños, le perjudicaran a la hora de ser creída y tomada en serio su salud mental.

Pero ella no se arredra y continua con sus indagaciones, aconsejada por su amiga Bec.

Hasta que comienza a descartar sospechosos y consigue encaminar sus averiguaciones hacia buen puerto. ¿Será capaz de encontrar a su verdadero bebé o todo es fruto de su imaginación?

Descubridlo en esta intensa novela donde la ansiedad nos llega a invadir a los lectores en un intento de ayudar de forma imaginaria a esa mujer. Esa desesperación que transmite y su perseverancia nos conduce a ponernos de su lado, a sentir una empatía que incluso los más desconfiados podrán percibir.

La novela tiene unos requiebros tan eficaces que a veces seremos víctimas del pensamiento de la mayoría, que presiona a la protagonista para que acepte su problema mental y al bebé equivocado, según ella.

Misterio sobre todo, en un libro con una trama que absorbe, que invita a leer un poco más en pos de la verdad. 

Con un final precipitado y quizá un poco metido con cuña, cogido con pinzas, pero bastante sorprendente en todo caso.

Como decía, la trama es muy buena, pero la idea en sí no es especialmente particular, es del estilo de La viuda, La chica del tren, La pareja de al lado o La madre perfecta.

Pero esto no le quita atractivo. Se la recomiendo a los amantes de estas tramas casi conspirativas en el que hay siempre alguien que sabe algo que los demás no creen y no se acuerda bien, por lo que tiene que conseguir pruebas que le den veracidad a sus sospechas.

Y esto es todo. Un saludo.

sábado, 24 de noviembre de 2018

La isla de las últimas voces de Mikel Santiago


LA ISLA DE LAS ÚLTIMAS VOCES. MIKEL SANTIAGO. Ediciones B. 2018.

Dos días después de la última reseña, estoy aquí de nuevo. Con una novela que me he ventilado en tres días y medio.

Y es que las novelas de Mikel Santiago enganchan desde que lees la sinopis y sabes que tienes que leerla entera, sí o sí.

Cierto es que esta es sólo la segunda novela suya que leo (la primera fue El extraño verano de Tom Harvey, de la cual hay una reseña en mi blog), pero si todas son así, tendré que ir haciendo hueco en la agenda.

En esta ocasión nos encontramos en una isla del mar del Norte, cerca de Escocia. Allí, ante una inminente tormenta que al parecer será fortísima, muchos de los visitantes y algún habitante salen en el último ferry con destino a la isla grande, también con motivo de la Navidad.

En la isla quedan los pescadores; algunos matrimonios en el pueblo, entre ellos el del alcalde Lowry; el llamado "sheriff" Nolan; un granjero; Bram (un señor mayor hippie); la dueña del hotel Kirkwall, Amelia Doyle; y su ayudante, Carmen.

Además, llega a la isla Charlie Lomax, un técnico del gobierno británico que viene a traer un informe sobre las ayudas a la isla por los destrozos causados por un temporal anterior.

A su vez, un avión está a punto de estrellarse con algo dentro, La Caja. Un armatoste de metal cerrado con mucha seguridad, custodiado por soldados y científicos, que lleva dentro algo muy valioso y peligroso. Dave, uno de los soldados que va en el avión, tiene la orden de destruirlo si sucediese algún accidente.

Mientras, los habitantes quedan incomunicados por la tormenta y algunos parecen caer en un sueño profundo, otros escuchan voces y otros desaparecen...

Todo después de que algo se cueza en los hangares de los pescadores, porque parece que han encontrado en el mar a alguien acompañado de algo que creen que puede cambiarles la vida. Y una vez retenido el alguien, quieren abrir ese algo, que ahora es suyo.

Así se desencadena una serie de sucesos que nos llevarán al centro de la trama, donde se mezclan misterio y acción, con algo de sobrenatural...

Un libro que te absorbe desde el momento uno, cuando La Caja y su contenido se convierten en nuestro único objetivo. Y con esa idea en la cabeza, sigues y sigues pasando páginas hasta que llegas al final y solo han pasado tres días, quinientas cincuenta y cuatro páginas y porque se trabaja y otras cosas, si no, en menos días.

Los personajes están muy bien definidos psicológicamente, de hecho, los sueños que se relatan definen muy bien sus emociones y deseos, de forma que el autor, a través de un ente sobrenatural, los manipula.

Unos paisajes verdes, abruptos y oscuros bajo nubes y bruma. Un mar salvaje y bravo que arrastra al mal hacia la isla.

Con mucha acción al final y escenas que te hacen contener la respiración, Mikel Santiago nos transporta hacia un lugar recóndito donde con unos pocos personajes consigue crear una historia que te atrapa.

Recomendada para los amantes del misterio, de las tramas ágiles y enérgicas, llenas de acción. Y para los que ya conocen al autor, porque no les defraudará.

Un saludo.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Vendrá la muerte y tendrá tu rostro de José Luis Tomás Porta





VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TU ROSTRO. JOSÉ LUIS TOMÁS PORTA. Azur Grupo Editorial. 2018.

Hola a todos.

Hoy, jueves, mi reseña está dedicada a una Lectura Conjunta que organizó Eva en su blog La Reina Lectora. Le doy las gracias a ella y al autor por proporcionarme a mí y a otros lectores el libro en digital. También se abrió una página de Facebook dedicada a esta lectura en la que algunos de los participantes hemos ido comentando acerca de la novela.

Esta nos sitúa en una ciudad costera en la que acaban de encontrar muerta a Sara Romero. Según los indicios, la joven se habría suicidado abriendo la espita del gas hasta que su vecina se la encuentra ya sin vida horas después.

Sara, de familia acomodada, era un espíritu libre que se dedicaba a la pintura. Su novio, Alejandro, es cómplice de momentos de inspiración y de vueltas por la ciudad, inventándose un futuro, aunque a veces, no tenían casi dinero para salir adelante.

Los dos, en especial Sara, sueñan con ir algún día a Praga y mientras se dejan llevar por las ilusiones concebidas entre el humo de los porros, Sara pinta cuadros que poco después ofrece en venta a través de una galería.

Pero en esta relación hay muchas subidas y bajadas emocionales de los dos enamorados. Narradas a través de las palabras que evocan los recuerdos de Alejandro, que se dedica a vender bocadillos en un puesto.

Mezclados con estos flashbacks, en el presente, cuando a Sara ya no le queda un hálito de vida, la investigación la lleva a cabo Ramos, un inspector de policía, amigo de Gonzalo, un periodista.

Gonzalo, con cierto protagonismo en esta historia, llega a verse inmiscuido profundamente gracias a su afán de reconstruir la vida de Sara. Un hobby que lo lleva a ayudar a Ramos en una trama que se vuelve oscura cuando se descubren intereses económicos por parte de dos hombres, uno de ellos muy poderoso en el mundo empresarial y del arte. Sospechosos estos dos de haber matado a Sara, pues Gonzalo y el inspector no están muy seguros de que se haya suicidado.

De esta forma, entre recuerdos, relatos, poemas, sexo, amor y venganza, el libro nos lleva a una espiral que desemboca en un final intuido pero no esperado.

En mi opinión, el libro, aunque tiene una base en la trama que está clara, tenemos en las manos un thriller con tintes psicológicos, está desarrollado de una forma tan compleja, que al principio da la sensación de encontrarnos ante un collage.

Y es que la mezcla de voces narrativas es tan heterogénea en cuanto al lenguaje y la forma de narrar de cada una, que en algunas ocasiones te puedes sentir perdido. La espiral, como señalaba antes, en que te ves sumergido, nos puede jugar malas pasadas en cuanto a quién narra, dónde y cuándo es narrado lo que estamos leyendo.

La idea en sí del autor me parece original y la historia es bastante interesante, pero quizá esta mezcla que ha hecho el autor, esas idas y venidas, no ya por el pasado y el presente, sino por el estilo narrativo, le da al libro un ritmo tan lento que puede llegar a cansar.

Es verdad también que el uso de un lenguaje casi poético a veces dota a la novela de una belleza que muchos escritores de renombre ya quisieran dominar. El dominio de la alternancia entre el discurso vulgar de los personajes más simples y el elaborado de los que poseen cierta cultura, encamina al lector a un trayecto realista por la vida de los personajes afortunados y los que no lo son tanto, los que fueron más relevantes para la protagonista de los que tienen muy poco que aportar a su existencia.

A pesar de ciertos detalles señalados que enletecen el transcurso de los acontecimientos, a partir de un poco más de la mitad, los hechos se van sucediendo más rápidamente, aunque siempre con la cadencia lenta de este estilo tan cuidado. Hasta que de forma inesperada el final está ahí, oculto, en el desarrollo del discurso, mientras esperábamos una gran revelación.

Sin duda, un libro que leer de forma concienzuda, para asimilar correctamente cada emoción, cada contacto y cada perspectiva. Porque está lleno de matices que pasan desapercibidos si nos dejamos tentar por las ansias de saber qué le sucedió a Sara.

Lo recomiendo precisamente a los pacientes, a aquellos que no les importa que un libro avance lento en pos de una belleza y riqueza lingüística. A los que les gusta disfrutar de las descripciones emocionales profundas y detalladas y no se conforman con una trama de thriller sin más, buscando el final sin reparar en el camino.

Mi valoración es buena para esta novela. Aunque está construida a mi modo de ver, de forma muy heterogénea, en general es una obra bastante original y tanto la trama como estos espacios líricos que presenta me dejan un buen sabor de boca.

Y hasta aquí mi humilde opinión. Espero que os animéis a leerla para contrastar ideas.

Un saludo.


martes, 20 de noviembre de 2018

Una semana anticipando el futuro de Basili Tubau


UNA SEMANA ANTICIPANDO EL FUTURO. BASILI TUBAU. Casandra Books. 2018.

Wuooola de nuevo. Dos días seguidos por aquí.

Vengo con una reseña express de un libro express. Sesenta y tres páginas que os sacarán una sonrisa.

Este libro lo regalaban en Fnac por 16€ o más de compra en libros de ensayo. Pero a mí me tocó en un concurso de Kiss Fm y sinceramente, me ha encantado.

Basili Tubau, doctor en tres disciplinas, nacido en la conocida Can Fanga y doctorado en una de sus universidades, nos plantea diez cuestiones acerca de nuestro futuro, dentro de unos veinticinco años.

Clubes canábicos, posibles robots a los que le huelen las axilas o que cometen errores, pederastas entre los Jedi, teléfonos móviles para ratas, arte subversivo con virus, gin-tonics con burbujas indestructibles, mares gelatinosos o agencias de viajes en el tiempo, entre otros temas, llenan las páginas de un libro hilarante a la par que instructivo, porque, ¿quién sabe qué será del mundo dentro de veinticinco años? 

Tubau nos lo muestra en su viaje por el mundo durante una semana, en la cual reflexiona sobre estos interrogantes y pide ayuda a sus muchos amigos expertos repartidos a lo largo del planeta.

Pero lo original del libro es el misterio que lo rodea, puesto que poco se puede  encontrar en la red sobre él, tanto de su contenido, divertido a más no poder, como de su autor. Y es que... ¿quién es realmente Tubau? ¿De dónde ha salido esta editorial?

Un saludo.

lunes, 19 de noviembre de 2018

El fotógrafo del horror de Benito Bermejo


EL FOTÓGRAFO DEL HORROR. BENITO BERMEJO. Editorial RBA. 2015.

Este lunes va a ser de reseña por lo leído el fin de semana. En este caso, vuelvo a internarme en el tema del Holocausto.

Pero barriendo para casa y a raíz del estreno de la película de El fotógrafo de Mauthausen con Mario Casas de protagonista, el libro que os presento narra la historia de Francesc Boix, ese fotógrafo catalán que aparece en la película y que estuvo cuatro años o más en el campo de concentración de Mauthausen.

En este ejemplar de no ficción, asistiremos al horror vivido en este campo con ayuda de las fotos que se muestran. Son fotos que hicieron los guardias de las SS y otras que tomó el propio Boix y que conforman una colección propiedad del mismo fotógrafo.

Boix, poco después de su internamiento, llegó a trabajar en el Erkennungsdienst, el Servicio de Identificación, un departamento fotográfico encargado de fotografiar a los presos a su llegada, en su muerte (si había sido violenta) y las visitas de altos mandatarios al campo, junto a otros eventos que se considerasen de importancia.

La mayoría de las fotos dentro del campo y en la época de máximo apogeo de este se realizaron por los guardias de las SS que fueron pasando como encargados por este Servicio. Las que hizo Boix pertenecen sobre todo al momento de la liberación en 1945.

Se incluyen otras fotos, también de autoría del catalán, en la que se observan diferentes eventos una vez ya en París después de la guerra y en otros lugares que visitó después de ser liberado.

La colección que podemos apreciar en este libro-álbum (la mayoría de las fotos), pertenecía a Boix y muchas de las fotos que la integran se presentaron como prueba en el juicio de Nuremberg y Dachau, en los cuales testificó el propio Francesc.

Es importante, por otra parte, resaltar que estas fotos fueron sustraídas del Servicio de Identificación por Francesc, el cual iba robando negativos irrelevantes para sus superiores o hacía copias para esconderlas en lugares seguros.

Cuando tuvo una proporción grande de material, con ayuda de amigos y otros contratados (presos y amigos también) en el Erkennungsdienst, consiguieron esconderlo en el pueblo de Mauthausen gracias a una señora que tenía confianza con ellos. Hasta el fin de la guerra, cuando lo recuperaron y Boix lo guardó como prueba.

Aparte de esta muestra visual tan relevante, el autor del libro nos va narrando las diferentes etapas por las que pasa la vida del fotógrafo, así como biografías y datos importantes acerca de esta persona y en general, sobre lo que sucedió en Mauthausen.

Mediante entrevistas, libros, revistas y documentación clasificada, el autor ha reconstruido la realidad de Boix y su entorno, en la que la viñeta principal es su estancia en Mauthausen, aunque también nos habla de sus comienzos en las Juventudes Socialistas Unificadas, el exilio a Francia y participación en Compañías de Trabajadores Extranjeros (unidades militarizadas), su detención allí por los alemanes y el traslado a un Stalag alemán (campos para prisioneros de guerra), y de allí al campo de Mauthausen.

Este es, por tanto, un documento de gran relevancia para los españoles, puesto que en él se cuentan todas las vicisitudes de la mayoría de ellos durante el Holocausto. Unos 7000 y pico españoles fueron deportados a Mauthausen y allí murieron casi 5000, la mayoría de ellos internos en Gusen, un subcampo que estaba a unos 5 km de Mauthausen.

Benito Bermejo, aparte de divulgar esta historia oculta y a la que no se le ha prestado mucha atención en España desde que empezó a emerger, quiere ensalzar la figura del fotógrafo Boix. El cual donó o vendió algunas copias de sus fotos a ciertas publicaciones, instituciones u órganos gubernamentales que nunca señalaban su autoría.

De esta forma, e incluyendo los comentarios de aquellos detractores de Boix, pues también hubo envidiosos que lo tacharon de interesado y que pretendieron hacer creer al mundo que Boix se implicó poco en el asunto de esconder las fotos para que quedase constancia de la barbarie, Bermejo muestra al mundo y en concreto a los españoles, cómo lucharon sus compatriotas y cómo, valientes, arriesgaron sus vidas para hacer pagar a los culpables por tan viles crímenes.

El libro merece ser leído con atención y sobre todo, deben ser muy bien observadas las fotografías, aunque en algunas ocasiones son demasiado duras y pueden herir sensibilidades.

Lo valoro con un nueve hasta casi un diez, porque es un documento único y con mucha precisión y veracidad, pues el prologuista y lo que he leído acerca del autor, dan fe de sus grandes dotes como investigador.

Lo recomiendo a aquellos que quieren conocer la suerte de los españoles durante la gran masacre del Holocausto, poco susceptibles, eso sí, y en general, a todos los amantes de este tema.

Para mí ha sido muy revelador y muy interesante, por lo que agradezco que la película estrenada me diera alas para buscar bibliografía relacionada con este catalán tan valiente y luchador.

Un saludo y a leer.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Un día casi perfecto de Mareike Krügel


UN DÍA CASI PERFECTO. MAREIKE KRÜGEL. Ediciones B. 2018.

Hola, chavales/as.

De nuevo con vosotros para comentar mis lecturas. En efecto, este libro es casi perfecto, como anuncia su título.

Es una novela realista y conmovedora que nos presenta a Katherina, una mujer que vive en el norte de Alemania, en la costa del mar Báltico. Con dos hijos, Alex y Helli y su marido, Costas, que actualmente vive en Berlín por su empleo y solo los visita los fines de semana.

En un solo día, Katherina, Kat, Rina o la señora Theodoroulakis, según como quieran llamarla sus allegados y conocidos, nos narra una serie de acontecimientos entre los que están las consabidas rutinas y los hechos inesperados que de alguna forma, le dan un cierto toque de exotismo a sus ya ajetreados días.

Aparte de tener que lidiar con su hija Helli, una niña de once años con TDAH, de la que tiene que estar todo el día pendiente, pues ni en la escuela deja de hacer trastadas, hay algo en su mente que no la deja vivir tranquila.

Un "algo" misterioso descubierto recientemente en su pecho izquierdo que no crece pero que está ahí sin ninguna duda, la hace reflexionar sobre la vida y la muerte. Sobre sus experiencias juveniles, cómo conoció a su marido y tuvo a sus hijos... en definitiva, le hace replantearse su existencia y qué sucederá con los suyos cuando ella falte.

Pero claro, todo son suposiciones y mientras tanto, debe lidiar con todo lo que se le echa encima. Tareas de la casa y obligaciones para con sus hijos que apunta en un cuaderno en forma de listas interminables.

Solo la música clásica la consigue tranquilizar y es como una banda sonora para todos los momentos de su vida, porque al fin y al cabo su vida es la música, incluso trabaja dando clases de música a niños.

En medio de todo este batiburrillo de pensamientos, se encuentran las reflexiones de una mujer que después de saber que quizás no podrá conocer el futuro de sus hijos, piensa que debe aprovechar el momento y sentirse cercana a los suyos, pensando en la muerte como algo que puede suceder, pero que no la debe bloquear.

Un libro realmente emotivo, sincero y muy realista, como decía antes. Un relato intimista de una mujer con un secreto que se está callando, pero que por su bien y el de su familia, al final tendrá que desvelar.

Ya desde que leí la sinopsis quise leer esta novela, porque en ese momento me di cuenta de que sería una narración de esas que te absorben por el ritmo que adquieren conforme vas descubriendo más de una vida tan rutinaria como singular en algunas ocasiones.

Es una novela estructurada, pero a la vez caótica en cuanto a los pensamientos de la protagonista, que se va adentrando en sus recuerdos cada vez que una situación cotidiana o simplemente, la música, se los trae de nuevo a la mente.

Amor, curiosidad, ternura, rabia, enfado, desilusión, esperanza, desconsuelo, consuelo... todo un subibaja de emociones en el que se ve envuelta Katherina, pero también el lector con ella. Porque una vez que te subes con ella a su carro de vicisitudes, ya no puedes bajar de él. Su vida es interesante porque ella se encarga de dotar a su relato de las dosis necesarias de costumbre y sobresaltos.

Uno de los mejores libros que he leído hasta ahora. Con un lenguaje sencillo pero bastante emotivo y en ocasiones, duro.

Recomendada a los amantes de las novelas realistas e intimistas sobre la vida cotidiana y la lucha diaria de las personas por vivir, capeando temporales y disfrutando de los buenos momentos.

Un saludo.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Memorias del Ártico de James Houston


MEMORIAS DEL ÁRTICO: MI VIDA CON LOS INUIT. JAMES HOUSTON. 
Alba Editorial. 2000.


Hola, amigos/as.

Vuelvo por aquí después de más días de los que suelo emplear en leer un libro. Pero es que he estado liada con mil cosas, entre ellas un amigurumi, con el cual sigo, por cierto. Después de esta lectura me tengo que poner con otra que es lectura conjunta y la verdad, no me dan las horas para más.

Pero dejando a un lado vicisitudes que no vienen al caso, este libro me trae buenos recuerdos. Y os preguntaréis por qué. Me explico: si me trae buenos recuerdos es que ya he tenido relación con él en otro momento. Efectivamente. Es la segunda vez que lo leo, aunque esta vez por hobby y no por obligaciones académicas. 

Los buenos recuerdos me vienen porque fue un libro que leí para hacer un trabajo de Bases antropológicas de la personalidad mientras estudiaba Psicología en la universidad. De ahí que me recuerde a esos tiempos de jolgorio y pocas preocupaciones.

Una tarde de este octubre se me vino a la mente ese momento y a su vez, recordé esta lectura, y, aun tratándose de más o menos una imposición externa, lo cierto es que me encantó. Es verdad que yo misma lo elegí para el trabajo, pues las restricciones para elegir un libro y exponerlo no eran muchas.

Así que decidí embarcarme de nuevo en esta aventura y me he atrevido incluso a releer partes de aquel trabajo que realicé con la expectativa de aprobar.

Este libro puede considerarse como una especie de etnografía, es decir, una narración en la cual se exponen la cultura y costumbres de los inuit (que significa "pueblo"). Y es que, a pesar de no ser un antropólogo en sentido estricto y de centrarse en el arte, el autor ha intentado señalar todos los rasgos significativos de la cultura inuit: costumbres, lenguaje, organización social, medios de subsistencia, ideología… 

A lo largo de sus páginas, encontraremos descripciones de los paisajes del Ártico, donde se alcanzan temperaturas de treinta o cuarenta grados bajo cero. O los animales que pululan por sus tierras como los gansos de nieve; las morsas, a las cuales llaman aivait; caribúes; perdices nivales; truchas; gaviotas; osos; focas; perros… 

Acerca de los inuit como pueblo, su organización económica y familiar es muy simple, puesto que sus campamentos están compuestos por familias nómadas de cazadores, que se mueven con los animales, es decir, según emigran los animales, así harán los inuit para estar provistos de recursos alimentarios. Los materiales principales utilizados tanto para ropa como para las tiendas son diversas pieles: de foca, de oso y de caribú. 

Es significativo el hecho de que en estas tierras existiera la Compañía de la bahía de Hudson o la de Baffin, que como órgano representante del gobierno canadiense se encargaba de fomentar el comercio y de garantizar la supervivencia de los integrantes de estas comunidades. Además, una asignación familiar concedida por el gobierno de Canadá ayudaba a los cazadores a pasar el invierno.

El libro se centra en el arte de los inuit y principalmente en el comercio de éste. Es necesario señalar el comercio de tallas inuit que comienza a desarrollarse gracias a la intervención del autor ante la Liga Canadiense de Artes Aplicadas, una organización sin ánimo de lucro que acuerda con la Compañía de la Bahía de Hudson un sistema de recibos por el cual Houston podía escribir la cantidad que se debía entregar por la talla al artista, quien podía a su vez, comprar por el valor del recibo en cualquier puesto de la Compañía. 

Aquella gente se acostumbró a comerciar con las esculturas y a obtener honestamente los bienes que les reportaban. Esto constituía un nuevo modelo económico. Aun así, no sabían qué era el dinero, no le veían utilidad ninguna. La forma de comercio, por ejemplo en el ámbito del arte, era cambiar una forma de arte (una talla) por otra cosa, es decir, el trueque.

James Houston señala en el libro como una de las actividades más importantes de la organización económica y también de ocio, la caza de las morsas. Para ello utilizan los rifles, con los que les disparan a la cabeza.

Respecto al consumo: la comida tradicional es el pescado crudo, limpiado previamente, que se corta transversalmente. También comen carne, sobre todo de caribú, pues principalmente son cazadores. Otras comidas usuales son galletas cuadradas y latas de carne de vaca.

Si han tenido suerte y son habilidosos en la caza de pájaros, pueden comer perdices nivales, gaviotas argentinas o en el caso de la pesca, truchas de lago. Nunca comen fruta ni verdura y los huevos de éider son escasos, aun así, son gente fuerte y saludable. Como aderezo tienen la sangre de foca recién matada llevada a hervor.

Con respecto a la personalidad de este pueblo, son tan amigables que, según cuenta el autor, cuando llegó y entró en una de las tiendas, uno de los presentes le pasó un brazo por los hombros y otro hizo lo mismo desde el otro lado. Son gente hospitalaria.

En referencia a las viviendas, sus tiendas son ovaladas, aunque también construyen iglúes. Los iglúes más grandes disponen de porches que impiden la entrada de ráfagas de viento, otro para almacenar la carne, uno de entrada y además, una ventana de hielo. 

En cuanto a la convivencia en el campamento, compartir es una palabra muy importante para los inuit. Hacer algo por uno mismo no está visto como un comportamiento adecuado y si uno de los habitantes triunfa, todos deben hacerlo. El Ártico es un lugar de recogimiento, las personas y las familias aunque vivan a gran distancia, se consideran amigos íntimos, integrantes de una gran familia que va a compartir todo.

Sus normas de cortesía son diferentes. Un inuit no tiene por qué llamar a la puerta, simplemente puede pasar a la casa y una vez dentro, resoplar o toser para anunciar su presencia. Otra costumbre es la de caminar en fila, no en el sentido estricto, pero sí al menos no al lado de la otra persona. Aunque pudiera parecer curioso, en realidad el sentido es totalmente práctico, por cuanto que al andar a través del hielo fino, éste se puede romper por el excesivo peso.

De gran relevancia en sus vidas son los perros. Éstos no son mascotas, pues una manada de perros que esté furiosa se lanzará sobre una persona que se haya caído y podrá, incluso, matarla. 

En cuestión de matrimonio, los inuit no tienen restricciones sexuales de ningún tipo. Aunque los misioneros trataron de imponérselas, han tenido el mismo éxito que el que tienen en nuestra civilización. Los adolescentes pueden huir y ocultarse juntos, tienen total libertad para hacer lo que quieran con el resto de jóvenes. El sexo no supone ningún problema.

Acerca de la vestimenta, podemos decir que esta comunidad se caracteriza por que hombres y mujeres, jóvenes y viejos, todos van vestidos con botas de piel de foca, hasta las rodillas, pantalones de caribú y calcetines de lana gruesa. Cuando salen al exterior suelen llevar parkas de lona, una tela parecida a la de sus tiendas y guantes de piel de foca.

En cuanto a su cultura, de los mitos y leyendas inuit puede decirse que son historias cortas y dramáticas. Hablan de las maravillas de las islas del mar, del cielo o del nacimiento, del amor, de la vejez, de la caza y reparto de la carne, de la poligamia, de la violación, del asesinato, de la muerte… 

Por otra parte, los sueños desempeñan un papel importante en sus vidas y por ello, se han esforzado siempre en interpretarlos. Por ejemplo, los sueños con osos blancos tienen connotaciones sexuales, los de comadrejas sugieren problemas y en los que aparecen pájaros se predicen tormentas. Cabe señalar que creen que el sueño (dormir) es algo similar a la muerte y por tanto, los durmientes no deben ser molestados.

La religión que ha persistido es la chamanística. Es una religión sin sacerdocio, sin palabra escrita, sin jefe de la Iglesia, sin capillas ni cepillos. Esta religión se basa en que una persona enseña su arte a un aprendiz y gracias a ello, perdurará y servirá a las futuras generaciones para seguir manteniendo su contenido. 

Los enterramientos son en la superficie. Los inuit construyen las tumbas apilando piedras pesadas que cubren el cuerpo. Las piedras mantienen alejados a los animales y hacen que el cuerpo se hunda, ya que estas comunidades creen que un cuerpo que esté bien enterrado no podrá levantarse ni caminar para aterrorizar a nadie.

Y esto es más o menos lo que cuenta el libro. Es verdad que me he extendido un poco, pero releyendo mi trabajo me he dado cuenta de detalles que en esta segunda lectura había pasado por alto. De todas formas, hará las delicias de los que les gusten estas narraciones de hechos reales en lugares inhóspitos y fascinantes de nuestro planeta como es en este caso, el Ártico.

La lectura del libro ha sido muy amena, no es el típico libro puramente científico que sólo se fija en los aspectos formales, en este caso de las diferentes sociedades. El modo de escribir del autor en forma de novela me ha proporcionado momentos gratos de historias personales y de costumbres curiosas. 

Es, por tanto, que lo recomiendo a los amantes de los relatos realistas de aventuras, de memorias que se adentran en el corazón de un pueblo y en general, a los que les gusta la antropología.

Un saludo y a leer, que hace frío.

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