TU CUERPO ES PARA VIVIR. DENISA PRAJE. Editorial Montena. 2024.
Buenos días por segunda vez esta semana.
Hoy es un gran día para empezar a quererte y a respetarte. Incluyendo y sobre todo, tu cuerpo.
Esta es la tónica de este libro que os reseño hoy. Denisa Praje es psicóloga experta en Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y nos ayuda en este libro a que tengamos una mejor relación con nuestro cuerpo y todo lo que tiene que ver con la alimentación y el ejercicio.
Lo primero que quiero que sepas es que este texto no es ni blanco ni negro. Es decir, que no pretende defender la vida saludable mediante la recomendación de dietas y ejercicios, así como tampoco defiende la obesidad, el sobrepeso ni historias de esas.
Este libro defiende que vivas. Sí, que vivas tu vida aceptando tu físico. Que aprendas y te des cuenta de los factores que te llevan a odiar y despreciar tu cuerpo, o que lleves a cabo conductas que pueden derivar en TCA.
La autora aborda la insatisfacción corporal, origen de la mayoría de estos TCA y consecuencia de una sociedad que nos invita a consumir comida basura pero también a tener una imagen ideal: delgada y perfecta.
El control de la comida es otro asunto importante y una de las conductas que llevan a cabo las personas con estos trastornos o en general, alguien que no se siente a gusto con su cuerpo.
Otro control que aborda es el del ejercicio. Una conducta también compensatoria como la restricción en la comida.
El comer emocional, es decir, comer de forma descontrolada para evitar emociones es el siguiente punto. Aunque la causa de esta conducta no se limita a evitar esas emociones. Todo es multifactorial y existen muchas variables.
En otro apartado se tratan los TCA. Los criterios que llevan a su diagnóstico, mitos, recuperación...
Y por último, esta psicóloga nos invita a practicar el Flexifooding una palabreja que sirve para describir lo que es no seguir unas reglas rígidas con la comida. Que cuando surjan eventos o situaciones que desvíen nuestros planes acerca de lo que íbamos a comer, cuándo o dónde, no nos sintamos mal o que hemos fracasado.
En definitiva, en este libro abundan conceptos como la insatisfacción corporal, la conducta alimentaria, el ejercicio, la compensación, los atracones, el perfeccionismo, la presión de la sociedad, el ambiente, la familia, el control, las emociones, los pensamientos... que en compendio pretende hacernos entender que nuestro cuerpo fue, será y es como nuestro compañero de piso y que como tal, tenemos que aceptarlo porque convivimos con él.
Pero ante todo quiero que sepas que no es un libro buenista, de estos que te dicen lo que quieres oír. Porque es evidente que existen libros que defienden tantas cosas como problemáticas hay. Y hay uno adaptado a cada oído.
Sí es verdad que habrá personas que no lo entiendan o que lo vean como eso, un libro que solo servirá a algunos o que incluso sea una lectura que protege ciertos pensamientos y comportamientos por encima de la salud. Pero esas personas deberían reflexionar acerca de qué es la salud. ¿Es solo la salud física?
Ahí quería llegar yo y es una cuestión que la autora quiere hacer comprender a los que piensan que estar constantemente pensando en la comida y el ejercicio es por salud. Pero claro, si se convierte en una obsesión, ¿no compromete esto la salud psicológica?
Somos cuerpo y mente y los dos se retroalimentan. ¿Se puede decir que sientes bienestar si uno de los dos no está bien?
En fin, es un tema complicado y subjetivo.
Esta lectura es muy personal. Quien no lo viva de cerca puede que no lo entienda, que se sienta ofendido, que piense que es una oda a las personas gordas y obesas y otras tantas cosas.
Pero no, es un bálsamo para quienes se machacan cada día con la imagen de su cuerpo y viven con una navaja al cuello con respecto a la comida y al ejercicio. Para los que viven esclavizados con esto.
Porque el cuerpo es lo que nos permite vivir, si no te lo respetas tu mismo, apaga y vámonos.
Se lo recomiendo tanto a los que viven esta problemática como a los que no. Porque a los primeros les ayudará a conocerse y a aceptarse y a los segundos, a ser más abiertos de mente y acercarse un mínimo a lo que piensan y sienten aquellos.
Un saludo y nos leemos mañana de nuevo.
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