lunes, 8 de abril de 2024

Piel de topo de Jon Arretxe

 


PIEL DE TOPO. JON ARRETXE. Editorial Erein. 2017.

Feliz lunes.

Comienzo la semana con la lectura de este finde. Continúo inmersa en la saga del Detective Touré y en esta ocasión abordo la quinta parte. Ahí es nada.

Después de su estancia en Malí, Touré vuelve de nuevo con sus periplos en el bilbaíno barrio de San Francisco. Allí se encuentra metido en un verdadero problema junto a Osmán, Xihab y su amiga Cristina.

Después de lo que hicieron con los mafiosos nigerianos, el ertzaina que vigila las cámaras, la Rata, está constantemente chantajeándoles con irse de la lengua si no hacen lo que él les va ordenando.

Y Touré y sus amigos lo harían sin poner pegas si no fuera por que los encargos son delitos e implican normalmente cargarse a alguno de los desgraciados del barrio a los que el policía acusa de narcotráfico o terrorismo, entre otras cosas.

Mientras ejerce de topo, Mahamoud no tiene mucha suerte con su labor de adivino aunque sí con la de detective, pero son casos insignificantes que no le reportan apenas beneficios. Eso sí, la resolución de los mismos se ve facilitada por la ayuda de su nuevo amigo el cuponero, Sergio. 

Este chaval ciego es un conquense que ha ido a parar allí sin saber que es un barrio lleno de conflictos y Touré le echa un cable cuando ve que se está poniendo en peligro en determinados lugares.

Con un nuevo amigo y ayudante más en su agenda, el detective tendrá también que enfrentarse a otras circunstancias que le preocupan más que los casos que acepta para subsistir. Y es que la Rata es cada vez más exigente en cuanto a sus requerimientos y el burkinés y sus compañeros no están dispuestos a seguir siendo extorsionados.

De nuevo situados en los bajos fondos de la capital vizcaína, el detective burkinés sigue conduciéndonos por una sociedad marginal que vive el día a día como puede. Una amalgama de migrantes de muchas nacionalidades en un lugar donde campa a sus anchas la injusticia, la violencia, la droga y la miseria.

Sin embargo, dentro de este desgobierno hay algo de gobierno, valga la redundancia, puesto que las cámaras que vigilan los rincones de San Francisco y los grupos de policías que patrullan por allí suelen atajar cualquier altercado que se produzca. 

Una novela que vuelve a plantearnos el tema de la inmigración, del racismo y del papel de la policía en nuestro país con respecto a las desavenencias que se producen en los lugares en que se asientan estas personas.

San Francisco es el reflejo de los muchos barrios pobres que existen en España donde abunda la indigencia, la desigualdad y la injusticia. Con él el autor nos sitúa en una tesitura moral en la que nos vemos inducidos a reflexionar sobre estas minorías y su lugar físico y social en nuestras ciudades y comunidades.

Las experiencias de Touré son entretenidas y muy vívidas. De hecho, siempre imagino esas calles y plazas y no me cuesta situarme allí. También es verdad que hace poco descubrí que he pasado por San Francisco. 

En unas vacaciones en que pasamos dos días en Bilbao, averigüé después de leer estas novelas que nuestro hotel estaba a ocho minutos de la Plaza del Sagrado Corazón y la calle San Francisco. Y claro, ¿cómo sé que pasé por ese mismo barrio? Porque una noche volviendo de las Siete Calles de cenar, se le ocurrió a Pablo pedirle a Google Maps que nos señalara una ruta hasta el hotel. Cruzamos lo que debía de ser el Puente de la Merced y comenzamos a subir una cuesta donde abundaban diferentes nacionalidades asiáticas, africanas y latinoamericanas. 

El caso es que tampoco me sentí amenazada, pero la gente nos miraba como diciendo, estos tíos son turistas, porque el Bilbao blanco para poco por aquí. Luego descubrí que nos habíamos paseado a las doce de la noche por un barrio que en fin, no es el mejor de Bilbao ni el más seguro. Si no tuviésemos en cuenta las cámaras instaladas que aparecen en el libro y que supongo que son reales.

Volviendo al libro tras el paréntesis, termino la reseña aludiendo siempre a la gran habilidad de Jon Arretxe para hacernos partícipes de una realidad que está ahí en nuestras ciudades y ante la que de alguna manera cerramos los ojos, pero que se está convirtiendo cada vez más en una cuestión que debería movilizarnos.

Es necesario que la situación vital de estas minorías y en general, de los barrios que las albergan sea abordada por los ayuntamientos y los gobiernos, porque forman parte igualmente de nuesta sociedad y comunidades. Para qué tantas cámaras o tantas paguitas, como se les llama ahora. Hay que atajar la delincuencia, la violencia y la pobreza con la educación y la inserción laboral.

Sin hacer de la reseña una crítica política, debería terminar concluyendo que si el tema laboral está crudo para jóvenes como yo, con estudios y de origen español, cómo estará para estas personas casi sin educación y siendo migrantes, dado el racismo inconsciente que tenemos en España.

Pero, efectivamente, esta es solo mi opinión y esto solo es una reseña literaria. Lo que quiero resaltar es que Mahamoud Touré y sus aventuras cuentan una historia pero también invitan a la reflexión e introspección acerca de temas sociales.

Os invito a conocer las andanzas de nuestro particular detective burkinés.

Un saludo y a leer que son dos días.

2 comentarios :

  1. Pues buena pinta tiene, pero sería mejor empezar con el primero de la serie.
    Besotes!!!

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  2. Sí, el primero es "19 cámaras". Lo tengo reseñado también en el blog. Gracias.

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