LOS CRÍMENES DE LA CAJA. GEMA TACÓN. Editorial KHABOX. 2021.
Bienvenidos otro día a mi blog.
Nos leemos este lunes para reseñar la última novela de Gema Tacón. Ya sabéis que con esta autora la lectura no es en balde y os esperan horas de entretenimiento, misterio y a veces, risas.
En esta historia la protagonista es Ana Catalina Verde, una escritora venida a menos que marchita sus horas en su piso con pocos contactos sociales y el gato Pelusa, que la tiene de criada. Sólo cuenta con su amiga Johanna, dueña de la librería de enfrente de su edificio y moradora también de un piso en él, además de su madre que no deja de llamarla al fijo.
La fauna humana que hay en este bloque es bastante variopinta, como la anciana del bajo, Ágata, que cuenta con más felinos en casa que pelos en la cabeza. Lo que ocurre es que Ana, o AC (su pseudónimo), no trata mucho con los otros inquilinos y vive en su mundo de juntaletras fracasada hasta que un día esta situación cambia por completo.
En su felpudo recibe una caja extraña que contiene unas instrucciones para jugar a un juego beta virtual en el que se planifican asesinatos y en el que participan otras personas anónimas. Como ella es escritora de thrillers, se ve picada por la curiosidad en un principio, pero deja de lado el asunto hasta que otro toque de atención la obliga a hacerse cargo de los desafíos que le van llegando.
Mientras, en el bloque se produce una muerte, por lo que AC se encuentra en un intríngulis homicida a medio camino entre la realidad y la ficción. Por un lado, están los crímenes ficticios que tiene que maquinar para el juego, y por otro, una serie de fallecimientos reales que, curiosamente, están muy relacionados con ella.
Sin saber al inicio que es víctima de una mente enferma y criminal, AC irá pasando las pruebas en cada caja que le envían y sus vecinos serán los que poco a poco la acerquen hasta la verdad de la realidad, que es mucho más temible que la virtual.
En la línea de la autora en su categoría de misterio y thrillers (léanse El último susurro y su continuación), la trama nos presenta a una protagonista ciertamente en decadencia con respecto a su vida personal y profesional, pero con una agudeza mental que rompe los esquemas y siempre consigue destapar todo el tinglado que hay detrás de los asesinatos.
En esta ocasión, Gema mantiene la intriga hasta el final sobre el culpable, aunque hay algunas identidades que se revelan antes y que posiblemente el lector ya ha adivinado a priori por las pistas que nos va dejando en la narración.
Sin embargo, no contamos con el humor descarado del que suelen hacer gala sus personajes, aquí encontramos una autora seria y dentro de los límites del género, pero muy amena y que aporta un final inesperado en el que el culpable es quien no sospechábamos que sería. Esto es lo que me ha sorprendido en este libro, que la falta de comicidad a la que nos tiene acostumbrados no le resta un ápice de calidad a la historia y de profesionalidad a la autora.
Os invito a leerla, esta novela y otras de Gema, pues no sabemos si esta será una de sus últimas creaciones a tenor de lo que ha dicho en sus redes sociales.
Nunca os arrepentiréis de su lectura.
Un saludo.
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