domingo, 27 de septiembre de 2020

Y la novia cerró la puerta de Ronit Matalon

 


Y LA NOVIA CERRÓ LA PUERTA. RONIT MATALON. Editorial minúscula. 2020.

Por tercer día consecutivo me paso por aquí para hablar de otro libro.

El de esta mañana dominical es de una autora israelí con raíces egipcias y nos sorprende con una historia rocambolesca.

Margui es una chica con orígenes árabes que va a casarse con Mati, un chico asquenazí, es decir, un israelí con orígenes occidentales.

El día de la boda, Margui se encierra en un dormitorio de casa de su madre y no quiere salir. Solo dice que no se casa. 

Tanto el novio como su madre, su abuela, su primo y sus suegros intentan dialogar con ella a través de la puerta para convencerla de que abra y se celebre la boda.

Pero la chica no contesta y sus allegados están cada vez más preocupados, sobre todo Mati, que no sabe por qué su novia se ha arrepentido en el último momento.

Así comienza una historia que dura casi un día y en la que unos personajes peculiares y a veces excéntricos se enfrentan a una situación casi surrealista en la que harán uso de muchas ideas para solucionar el problema.

Una serie de situaciones hilarantes y grotescas nos llevan a un desenlace en el que todos los personajes han dado lo mejor de sí.

Con unos diálogos y unas escenas muy divertidas, esta novela nos agita por fuera y por dentro, tanto por las carcajadas como por la reflexión que supone el cuestionarse un compromiso tan importante como es casarse. 

Pero también, según nos informa el Posfacio, el libro es un reflejo de la sociedad israelí en la que conviven los azquenazíes, los mizrajíes y árabes palestinos y los sefardíes.

La diferencia es que los primeros tienen orígenes y costumbres occidentales y los mizrajíes y árabes palestinos proceden de países de cultura árabe. 

Al parecer, estos últimos son considerados de segunda clase y extraños en su propio país teniendo que plegarse a las costumbres de los otros. Con lo cual, a mi entender, existe ravismo incluso entre los propios judíos. Cuando menos, paradójico.

Pero ante la mirada extranjera y occidental como la nuestra, la novela es una historia cómica con un fondo trágico que nos hace pasar un rato agradable y ameno en el que la protagonista, pese a serlo, apenas interactúa en la narración.

Uno de estos descubrimientos que hice en el catálogo de la biblioteca y que me ha llevado a valorarlo con buena nota y a concederle uno de los lugares entre los mejores libros de este año.

Recomendado a los que les gustan los libros excéntricos, divertidos y simples, en cuya simplicidad se encuentra una pequeña reflexión.

Seguid disfrutando del domingo y de los churros.

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