INSTRUMENTAL: MEMORIAS DE MÚSICA, MEDICINA Y LOCURA. JAMES RHODES. BLACKIE BOOKS. 2019.
Hola, lectores.
Hoy os traigo otro libro de superación. Descubrí a James Rhodes, el pianista británico, en un artículo de El País Semanal en el que se indicaba que se había venido a vivir a España y que le encantaba el país y el idioma.
Me gustó que un británico dijera algo así de nuestro país, porque (supongo que serán prejuicios) siempre he pensado que los guiris (no es una expresión despreciativa, es una forma de llamar a los extranjeros que vienen a nuestras playas) nos querían solo para venir aquí de vacaciones.
Por eso, decidí investigar más sobre él y encontré que su vida ha sido una auténtica montaña rusa, que sufrió violaciones de niño durante mucho tiempo en el colegio por parte de un profesor, que fue alcohólico, que ha estado ingresado varias veces en hospitales psiquiátricos...
La cosa no podía quedar ahí y me dije que aquella información era muy morbosa, pero este señor era famoso por ser un portento tocando el piano y allá que fui a escucharlo. No tengo ni idea de música clásica, pero qué bien sonaba aquello y qué manera de mover los dedos.
En esta cuarentena, además, ofrece cada día un fragmento de alguna pieza al piano y yo más de una vez me he puesto mis auriculares y lo he escuchado recordando hechos de mi vida que me hicieron felices. Es una de las mejores medicinas, la música unida a los momentos felices. De esta forma, la música clásica que no es muy seguida por la juventud de hoy en día, se puede convertir en una banda sonora que nuestra amígdala relacione con emociones positivas.
Por otra parte, aparte de música, James nos regala su primer libro. Este que reseño aquí. Instrumental es una autobiografía en la que la música, en este caso clásica, es, como he dicho antes, una medicina para Rhodes y en la que pretende dar una vuelta de tuerca al marketing y la promoción de este tipo de música.
Quiere que sea accesible y atractiva para otros colectivos que no sean ricachones pagados de sí mismos que se creen la élite (palabras parecidas a las que usa el autor). Que aquellas discográficas y peces gordos que mueven este mercado no limiten el público que pueda disfrutar de ella ni restrinjan la difusión mediante exigencias de estilo y apariencias.
Aún así, la música no es el único tema que trata el libro. Precisamente este es uno de los tratamientos de los que se ha servido Rhodes para afrontar los problemas más graves que han marcado su existencia. El principal: las violaciones y abusos sexuales que sufrió en el colegio con tan solo cinco años. Una herida siempre abierta según él, que le han dejado unas secuelas físicas y psicológicas que ha conseguido paliar pero no eliminar.
Ha superado de alguna manera sus etapas autodestructivas pero en su mente la huella es indeleble. A ello se le suman los problemas que tuvo con el alcohol, las drogas, autólisis, trastornos psicológicos, aparte de su inseguridad, su baja autoestima...
Pero no todo es negativo. La música ha sido toda una revelación para él desde pequeño, pero su hijo, el amor y los grandes amigos que posee constituyen otros de los pilares de su vida.
Un libro de superación con el que he descubierto un artista sincero, luchador, vocacional, entregado. Una persona a la que destrozaron pero que, a pesar de las recaídas, siempre ha intentado reconstruirse y construir un mundo mejor, más libre con ayuda de la música, el amor y la amistad.
James Rhodes es meridianamente claro, sintético y preciso a la hora de contar su vida, con todas sus mierdas y sus triunfos, sin jactarse de estos últimos y admitiendo que es un victimista pero que intenta apreciar lo que es y lo que hace. No se censura y es él mismo.
Esta es mi opinión sobre el libro. Es fresco, natural, desgarrador, manipulador de emociones. Y el autor también.
Si queréis descubrir esta brillante obra literaria o las obras musicales que interpreta Rhodes, no tenéis más que buscar en su Twitter este libro o en las librerías digitales, y en Youtube, respectivamente. Podéis ver entrevistas donde presenta sus libros en Late Motiv y otra en Salvados con Jordi Évole.
Un saludo y a seguir disfrutando de maravillosas historias.
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