HETTY, UNA HISTORIA REAL. HETTY VEROLME. Editorial Almuzara. 2013.
En este lunes de principios de año y poco después de mi última reseña, os presento otro libro sobre el Holocausto.
No sé por qué, pero estos libros me llaman mucho la atención y después de este, el siguiente de la misma temática será El viaje de Cilka.
Pero centrándonos en este, su argumento nos lleva al campo de Bergen-Belsen en Alemania.
Allí son deportados desde Amsterdam, Hetty y su familia: su padre, su madre y sus dos hermanos.
Al principio, todos permanecen juntos y, pese a la escasez de comida, las malas condiciones de habitabilidad y que sus padres tienen que trabajar mucho, permanecen unidos y conservan aún sus pocas pertenencias de ropa y utensilios.
Pero llega un momento en que sus padres deben ir a otros campos de concentración y los tres hermanos se quedan allí, pero también son trasladados a otra parte del campo junto a otros niños judíos, la mayoría holandeses.
Cuando llegan, nadie se hace cargo de ellos y entonces Hetty y otra niña mayor tienen que atender a los niños más pequeños. Hasta que una señora polaca, la hermana Luba, como ellos la llaman, junto a otras hermanas, se ocupan de todos los niños consiguiéndosconsiguiéndoles comida y proporcionándoles todo tipo de cuidados.
El barracón se convierte en la Casa de los Niños y aunque Hetty es separada de ellos en algunas ocasiones, al final se acaba quedando allí y ayudando en la tarea de asistir a los pequeños.
Con días felices y otros no tanto, por la mala alimentación, la enfermedad y la muerte, la mayoría de los niños, incluida Hetty y sus hermanos, consigue salir adelante hasta la liberación del campo por los ingleses en 1945.
A partir de ahí, Hetty y sus hermanos están deseando regresar a casa y comprobar si sus padres siguen vivos.
Una historia más, igual de conmovedora que los demás relatos de los campos de concentración, pero con un punto más inocente por ser la perspectiva de una niña y porque sus condiciones de vida fueron diferentes a las de los prisioneros adultos. Además, su barracón estaba en una parte alejada del campo y medio olvidado por las SS.
Quizás por eso sobrevivieron casi todos.
Aún así, este perfil más ingenuo no le resta interés, ni emotividad ni veracidad, pues Hetty es una gran narradora que en su momento supo pasar desapercibida y que era muy buena observadora.
Sabía que había que tener cuidado con los guardias de las SS y en ocasiones se salvó de ser desplazada por ser mayor a otros campos donde quizás no habría sobrevivido.
Como siempre digo en las reseñas de estos libros, un relato de las barbaridades que se cometieron y de las que pretenden hacer testigos a las generaciones de ahora para que no se repitan más.
Una historia real que a pesar de algunos detalles desagradables y tristes, es la prueba de la esperanza, la constancia, el esfuerzo, la solidaridad, la generosidad y el amor por nuestros semejantes.
Recomendado a aquellos que como a mí, os gustan estos libros que nos enseñan que a pesar del horror y la muerte, las ganas de vivir y el amor son más fuertes.
Un saludo y feliz lunes.
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