¡HUYE, JANE, HUYE! JOY FIELDING. Editorial Planeta. 1992.
Otro día más con vosotros. Dos días apenas han pasado desde mi última reseña.
Y es que he leído este trepidante libro en sólo dos días. Voy sacando tiempo en el bus y al final del día cuando tengo la mente obstruida de la catalogación y los sistemas de clasificación (bibliológicamente hablando).
Y ahora que estoy más metida en este mundillo de la bibliología he descubierto que este libro de la biblioteca en préstamo interbibliotecario viene de Segovia y estaba en el depósito. ¡Qué despropósito! Es absolutamente buenísimo. Es un poco antiguo pero Umbriel lo ha reeditado y de ahí que al verlo anunciado lo pidiese en la biblioteca.
Si leéis la sinopsis seguro que os pongo los dientes largos.
Jane es una mujer que aparece en medio de las calles de Boston desorientada, sin saber quién es ni dónde está, pero se da cuenta que lleva el vestido manchado de sangre y en los bolsillos de su gabardina lleva diez mil dólares en billetes de cien.
Como no sabe dónde vive, se instala en un hotel, pero después pide ayuda a la policía y esta la lleva al hospital, donde una doctora la reconoce. Después de que todo se aclare, Jane regresa a casa con un marido excepcional, Michael, que es un afamado y respetado pediatra, y con un diagnóstico de fuga histérica que le ha provocado una amnesia temporal.
Su vida con el extraño en la que le dicen que es su casa y con su cuidadora y asistenta, parece torcerse conforme pasa el tiempo. Jane sigue sin recordar nada y pregunta a su marido acerca de su pasado, pero aunque este la satisface en todo y su cuidadora es muy atenta, ella esta cada vez más cansada y permanece todo el día durmiendo. Además, percibe que Michael y quien la cuida no la dejan salir ni hacer o recibir llamadas.
Percatándose de su situación, sospecha que le están administrando una medicación que la deja así, indispuesta e indefensa, y tras hacer ciertas averiguaciones, comienza a sospechar de su marido y la asistenta.
Pero todos creen que está loca e incluso su marido le dice que todo es fruto de su enfermedad y le cuenta las cosas horribles que ella hizo antes de estar así. Por eso, la mujer está confusa y zozobra en un mar de dudas que la llevan a creer que está muy enferma.
Porque Jane a veces se cree lo que cuenta su marido y a veces no. Pero en momentos de lucidez sabe que necesita averiguar la verdad por su cuenta y salir de ese estado vegetativo cuanto antes.
¿Será capaz de vencer Jane los efectos de la medicación y emprender la búsqueda de la verdad y así revelar los secretos que esconde Michael? ¿O esa conspiración de la que cree ser víctima son sólo imaginaciones suyas, provocadas por la histeria?
Un thriller trepidante, vertiginoso, donde nada ni nadie es lo que parece. Personas perfectas e impolutas que esconden terribles secretos bajo esa fachada impecable; un secuestro en casa propia con la administración de drogas narcóticas y sedantes, ejecutado por alguien a quien quieres mucho, escenas de ira, fugas, agresiones...
Una novela de suspense con cierta acción, donde la última página de un capítulo nos lleva irremediablemente al de la siguiente en pocos segundos si dudamos entre dejarlo o no.
Nunca un libro rescatado del depósito me ha despertado tanta compasión. Compasión porque es una novela realmente con una calidad en la trama inmejorable y sin embargo, si no llega a ser por su reedición, posiblemente ni me hubiera percatado de que existía.
Por eso, conviene repasar las listas que se realizan y que pululan por Internet acerca de grandes libros desconocidos o agrupados por temáticas que, aun no siendo conocidos, en su momento fueron best seller o muy leídos.
Verdaderas joyas por ahí perdidas en depósitos que a veces se rescatan mediante reediciones y en mi caso, mediante préstamo de la biblioteca.
Un saludo y a leer.
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