Asterix e la corsa d'Italia (Astérix en Italia) de Ferri y Conrad

ASTERIX E LA CORSA D'ITALIA (ASTÉRIX EN ITALIA). JEAN-YVES FERRI Y DIDIER CONRAD. Panini Comics. 2017.

Un día después de mi cumple, una nueva aventura de Astérix y Obélix que yo he leído en italiano. La encontraréis en español también.

Con nuevos autores de texto e ilustraciones (desde Goscinny y Uderzo) que para nada desmejoran la calidad de las historias y las imágenes de estos cómics.

En esta ocasión, nuestros amigos galos se desplazan hasta la península itálica, donde los romanos (el imperio) organizan una carrera de cuadrigas. Está organizada por el senador Lactus Bífidus, que quiere desviar la atención del César de las acusaciones que lo culpan de las malas condiciones de las calzadas romanas tras quedarse con el dinero destinado a acondicionarlas. Allí se concentran competidores de todo el mundo: británicos, itálicos, nubios, lusitanos, espartanos, sármatas, etruscos, cimbros...

Pero ni los galos ni el resto de participantes lo tiene fácil. Aparte de las pésimas condiciones de las infraestructuras, el rival romano, Coronavirus, tiene  unas ventajas de las que carecen los demás, puesto que está favorecido por el senador y sus colaboradores para que gane la carrera y así satisfacer los deseos del César. Porque este quiere que todo el mundo vea el triunfo y la superioridad de Roma.

Así, Astérix y Obélix, a veces ayudados por los lugareños y otras por la poción mágica, intentarán hacerse con la victoria y poder llevar el honor y el trofeo a la Galia.

Con su característica glotonería, Obélix nos arranca más de una sonrisa y Astérix con su astucia consigue desenredar más de un problema o de desenmascarar las tretas o a los tramposos.

El pequeño Idéfix (como mi conejo) consigue enternecer a las competidoras nubias y, como siempre, acompaña a sus amos en esta hazaña tan dinámica.

Por una parte, la historia es de humor (sobre todo por los nombres absurdos de los personajes), donde Obélix dice y hace cosas de tontorrón inocente que solo quiere zurrar y comer jabalí asado. También es una historia muy activa, muy movida y fluida. Eso sí, la estructura es similar a la de toda esta colección de cómics (viaje, nudo con zurras a los romanos y cena en la Galia celebrando el éxito).

En el campo ilustrativo tiene un despliegue de colores vivos y dibujos muy dinámicos y expresivos. Los carros que corren son muy bonitos y originales y, como es habitual, las mujeres son esbeltas y con curvas, y los hombres fuertes y fieros. Destaca también la indumentaria romana.

En definitiva, es un cómic muy ameno, divertido y colorido. Apto para niños pero más recomendable para adultos, que sabrán apreciar algunas bromas más dirigidas a ellos y la calidad de las imágenes.

Ahora a disfrutar de la lectura y del día.