KIATOSKI Y EL ROBO DE LOS CHICLES. JÜRGEN BANSCHERUS. Editorial SM. 1996.
Hola otro día más.
Esta reseña no es cualquiera. Es la número 150. Más de un centenar de libros y muchísimas páginas leídas y palabras escritas. Que se multiplique por siempre este número.
Además, he aprovechado bien el puente para leer cómics y libros infantiles que no suelo leer. Porque a veces me anclo con la novela para adultos y de vez en cuando conviene cambiar de registro.
Queriendo volver a la infancia he rescatado de las estanterías de mi casa de Mérida este libro de la colección de El barco de vapor, que todo millenial (de los noventa) conoce a la fuerza.
En esta historia, Kiatoski es un chico, detective privado, al que le encanta la leche y los chicles Carpenter's. Un día, al ir a comprarlos al kiosko de Olga, esta le dice que no tiene, que a pesar de que los ha pedido y se los han traído, no sabe cómo desaparecen.
Kiatoski, con la mosca detrás de la oreja y dispuesto a averiguar qué sucede con sus chicles, pues no puede vivir sin ellos, acude al día siguiente temprano al kiosco, cuando reparten a Olga la caja de chicles.
En el transcurso de las pesquisas sigue la pista de los chicles y lo que descubre es un acto delictivo que tiene que resolver. Colette, una de las implicadas, le ayuda a dar con el responsable del robo.
Cuando se encuentre con él, el detective deberá enfrentarse a un reto en el que merece la pena emplear todos sus esfuerzos por ganar con tal de recuperar sus ansiados Carpenter's chewing gum.
Una narrativa ágil, sencilla e ingeniosa, un personaje enigmático y muy listo, que es un chaval, pero parece un adulto.
Siendo para niños a partir de 7 años, me parece una trama atractiva para esa edad, sin descripciones difíciles, con pocos personajes y bien perfilados. El chico malo y el chico bueno, la chica que parece mala pero se vuelve buena...
Com decía, un libro infantil pero con una historia que llama a la lectura y un personaje un poco excéntrico.
Recomendada a niños de esta edad y a mayores a los que de vez en cuando les gusta volver a leer esas historias tan simples pero que a la vez encandilan.
Un saludo.
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