NÚMERO DOS. DAVID FOENKINOS. Editorial Alfaguara. 2022.
Buenos domingos, amigos.
Nunca un libro me había sido tan cercano porque el tema que trataba y la situación del personaje se amoldaban mucho al momento que vivo y los ánimos que gasto.
La reseña de hoy tiene como protagonista al fracaso, pero también a la superación y la perseverancia. El gran Foenkinos que ha vuelto ha crear una obra de arte en esta ocasión, nos sumerge en el mundo de Martin Hill.
Martin es un chico de diez años que vive con su padre y su madre en Londres. Es un poco retraído pero se lleva bien con sus compañeros y siente cierta devoción por su padre, John, un inventor frustrado que vive prácticamente de su esposa, Jeanne, periodista.
John siente la desidia propia del fracasado y ve la vida siempre de color negro, hasta que su esposa, aunque muy enamorada, al final decide separarse y volver a su Francia natal a trabajar en un periódico en París.
Martin se queda con su padre y va a ver a su madre los fines de semana. Mientras, John consigue un trabajo como utilero, haciendo chapuzas en los decorados de los rodajes.
Un mal día, la canguro de Martin no puede cuidarlo y su padre se lo lleva a un rodaje, donde un productor lo ve y piensa que sería el perfecto candidato para la nueva película que tiene en mente.
Es la época en que comienza a despuntar una de las sagas más famosas del mundo, Harry Potter. La novela consigue ser publicada y este productor al leerla piensa que una adaptación cinematográfica sería un bombazo. Para el papel protagonista piensa en alguien como Martin y por ello se lo propone a la directora de casting.
Paralelamente, otro actor ha conseguido llegar al final de los castings, Daniel Radcliffe, aunque al principio sus padres fueran reacios a que se presentara. El duelo final entre los dos niños estará muy reñido, pero Martin, viendo todas las atenciones dirigidas hacia él, se hace grandes ilusiones.
Evidentemente, como deduciréis, Martin no es elegido y esto constituirá el mayor fracaso de su existencia, tanto que lo marcará de por vida. Una vida plagada de altos y bajos, donde la desgracia y la desesperación se cernirán constantemente sobre él.
Siempre intentando escapar al fenómeno mundial, evitando leer los libros, ver las películas e incluso alejandose de las relaciones sociales para no tener que escuchar los comentarios y las conversaciones sobre el niño mago.
Así las cosas, su trayectoria se reduce a capear el temporal y a vivir bajo la mediocridad y la alerta diaria para esquivar todo lo que le recuerda a su fracaso. Ninguna solución es válida para enfrentarse y superar a sus demonios...
Hasta que alguien en su vida consigue eso mismo, confrontar sus miedos y conseguir al menos ver la otra cara de la moneda, que en ocasiones es tan triste como la suya.
Un libro que merece mención aparte, por la sencilla razón de ser conmovedor, realista y terapéutico, en mi opinión. Nos hace ver la caída, el fallo por excelencia con todo detalle, con todas las sombras que proyecta sobre la vida, con el peso que carga en las espaldas de los más débiles, de los que son incapaces de remontar.
Pero también dibuja un halo de esperanza, un respiro para los que están abrumados por la desgracia, la desorientación y desesperación frente a la adversidad y el anhelo de algo que nunca pudo ser aunque estuviera muy cerca.
El regusto amargo de una vida que no acaba de estabilizarse después de lo que podría haber sido un logro, con la sensación de una incompetencia total y de falta de constancia y esfuerzo. Es lo que se siente cuando es inevitable compararse con los demás. Cuando los demás son felices y tú no, o eso es lo que crees.
Todo debido a algo a lo que estamos continuamente subyugados y que es lo que me ha llegado más de la historia, "la dictadura de la felicidad de los demás".
No hay más palabras que describan una gran lectura como esta.
Un saludo.