NO MENTIRÁS. BLAS RUIZ GRAU. Ediciones B. 2019.
Otra vez con vosotros/as desde ayer. Esta vez para reseñar un thriller impactante.
Cuando oí hablar de Blas Ruiz Grau en Redes Sociales y algunos ya lo nombraban junto a Juan Gómez-Jurado o César Pérez Gellida, no llegué a creerme del todo que su última novela fuera tan buena.
Así que, como se corría la voz de que este señor tenía oro en el boli, decidí comprarme su libro, No mentirás en la Feria del Libro de Madrid de este año. Y fue Pablín y me lo compró, que mi presupuesto es bastante exiguo. El caso es que ha andado reposando ahí casi dos meses, mientras me bombardeaban en las RR.SS. con las maravillas de la novela, aparte de gente pidiendo a gritos una continuación ya.
Y aquí estoy. Con él en la mano y todavía trastocada. Después de quedarme como un bebé ante un Gusiluz, con la boca abierta por el final y por el recorrido maratoniano que había hecho por Mors.
Precisamente, es en Mors donde se desarrolla esta historia. Es un pueblo alicantino (ficticio en nombre, pero real, al parecer) en el que como en muchos otros pueblillos, nunca pasa nada.
Hasta que el suicidio de uno de sus habitantes, Fernando Lorenzo, deja alterados a sus vecinos y perturba la vida de su hijo, Carlos, abogado famoso residente en Madrid y que no tenía ningún tipo de relación con su padre desde hacía dieciocho años.
Carlos, tras recibir la triste e inesperada noticia, tiene por fuerza que trasladarse al municipio donde residía su padre desde que los abandonó a su madre y a él, para organizar todo el papeleo y el funeral de su pariente.
Cuando llega allí, dispuesto a arreglarlo todo cuanto antes y así volver a su ciudad y a su trabajo, las cosas se tuercen y tiene que quedarse por más tiempo. Y es que lo que ocurre en el tanatorio no deja lugar a dudas de que allí se cuece algo muy gordo.
Su padre y unos amigos parecen estar implicados en un importante suceso que ocurrió muchos años atrás y que se está llevando muchas vidas por delante. Un vengativo asesino anda suelto y Carlos y los inspectores que llevan el caso tendrán que averiguar la verdad y dar con él para evitar que continúe con su macabra obra.
Hasta aquí lo que llamaríamos sinopsis. A partir de aquí, os comento en torrente todo lo que he vivido leyendo esta novela.
Y digo vivido, porque lo vives. Al principio, reconozco que andaba un poco perdida, como el abogado, Carlos, por Mors, sin ubicarme en un pueblecito alicantino en el que se ambienta. La historia se iba desarrollando lentamente, con un suceso sospechoso por aquí, una muerte por allá...
Y entonces comienza a vislumbrarse la chicha (nunca mejor dicho, porque hay un carnicero de por medio). Lo que parecía ser un simple asesino circunstancial resulta que en realidad es muy cuadriculado y se está currando los métodos con los que asesina.
Aquí es donde te pones las Nike® de lector runner y sabes que el autor va a meter caña. Y, efectivamente, cuando creíamos que los inspectores novatos estaban más perdidos que una burra en una discoteca, uno de ellos descubre algo que les ubica un paso por delante del culpable. Es cuando comienza la carrera, una carrera a contra reloj en la que salen a la luz secretos del pasado que son clave en la historia.
Los sobresaltos son constantes y vives amenazado leyendo, esperando un cuerpo de un momento a otro. Este es el oro que nombraba al principio. Que una novela te tenga en vilo y te machaques más de quinientas páginas en unos pocos días.
En resumen, un thriller excepcional, que parece que comienza suave pero luego se vuelve cada vez más sórdido. Sinceramente, me uno a las voces de Twitter que le hacen la ola a Blas y a aquellos que quieren más. Yo también quiero una segunda parte, ya.
Esta novela la recomiendo a los amantes de la novela negra, de verdad, que a mí me ha dejado con un vértigo en el estómago que ni en la montaña rusa. Tiene mis cinco estrellas.
El autor, como digo, se merece la etiqueta de maestro y como descargué gratis de Amazon otras novelas suyas, creo que en breve volveré con él.
Un saludo.
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