TODO SALDRÁ BIEN (A VECES). RENÉ MERINO. Lunwerg Editores. 2022.
Bienvenidos otro día más.
El libro de hoy también es bastante sentimental pero el tema que aborda es de especial relevancia en la actualidad.
Con el libro de Ángel Martín se abrió una brecha a partir de la cual nos sumergimos en un tema tabú como es la salud mental, lleno de prejuicios, etiquetas y sobre todo, desconocimiento.
En esta autobiografía ilustrada, René nos cuenta la etapa en la que su cabeza no funcionaba bien. La falta de empleo le pasó factura pero todo comenzó cuando volvía a tener un empleo pero el mundo se le hacía cuesta arriba.
Al principio fueron despertares nocturnos repentinos que poco a poco evolucionaron en otros síntomas como ansiedad, ataques de pánico y parasomnias como la parálisis del sueño.
Todo esto lo sufría en silencio pero cada vez era más insoportable y su vida personal se vio afectada hasta el punto de romper con su pareja.
Hasta que llegó un momento en que decidió buscar ayuda profesional. Es aquí cuando su psiquiatra y su psicólogo lo guían en el camino de vuelta a la superficie después de haberse hundido hasta lo más hondo.
Y es que según él, y estas palabras me han marcado porque me veo reflejada en ellas, no quería hacerse daño a sí mismo, solo quería dejar de existir, no ser y acabar así con el dolor que le producía vivir el día a día.
Un relato crudo pero realista en el que se nos invita a acabar con los prejuicios ante los trastornos psicológicos y la discriminación y segregación de las personas que los sufren. Pues la mayoría de trastornos habituales como la depresión pueden padecerlos personas corrientes como tú y como yo. Personas que un día hacen una vida normal y otro se ven acechadas por una preocupación o tristeza extrema que deviene en una depresión, o que experimentan síntomas de alerta, de nerviosismo, de hiperactividad y de miedo que luego se convierten en una ansiedad crónica, afectando seriamente a los diferentes ámbitos de la vida.
Todo ello en pos de alcanzar la normalización de estos trastornos y efectivamente, de la implantación de mejoras y más recursos humanos en el sistema sanitario público para su tratamiento.
Y es que como siempre he dicho, un cuerpo sano con una mente enferma y viceversa no puede sobrevivir.
Luchemos todos por crear un mundo más concienciado, más informado, más solidario y que ofrezca más recursos públicos para cuidar la salud psicológica.
Un saludo y feliz próximo finde.
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