OJO DE NUBE. RICARDO GÓMEZ. Editorial SM. Colección El Barco de Vapor. Serie Naranja. 2006.
Buen veranito, de nuevo.
Pronto me voy de vacas pero sigo con mis lecturas. Este chiringuito no cierra en verano.
El librito de hoy es infantil para niños de 6 a 8 años y de 50 si es necesario. Yo tengo 30 y no dejo de aprender cosas y de entretenerme con estas historias.
En la que voy a hablaros, los protagonistas son indios crow que viven en las praderas y en las montañas según la estación del año, en invierno y en verano, respectivamente. Viven en armonía con la naturaleza, llamada por ellos la Madre-que-da-la-Vida y el Gran Espíritu. Cazan y pescan sólo lo necesario y aprovechan las pieles para venderlas intercambiando con otras tribus.
Las mujeres se encargan de recolectar, pescar, cuidar del hogar o curtir las pieles y los hombres tallan herramientas, cazan y velan por la seguridad del poblado. En esta tribu nos encontramos a Tormenta de Fuego, el jefe; al hombre-medicina o al gran cazador Arco Certero.
Él y su mujer, Abeto Floreciente acaban de tener un hijo varón, al que su abuela, Luz Dorada bautiza como Cazador Silencioso, porque nunca llora. Esto preocupa bastante a la familia, por si fuera mudo y no tuviese voz, pero pronto el pequeño empieza a berrear. El otro problema es que no abre los ojos.
Hasta que un día los abre y todos se sorprenden de su blancura y a la vez se horrorizan. Y es que el niñito es ciego y todos saben que poco futuro tiene un hombre ciego en la tribu. Pero su madre, dispuesta a desafiar a todos, incluida la abuela que está muy disgustada, decide ser los ojos de su vástago y desde bien pequeño le describe todo el entorno, los objetos, los animales, las plantas y además en ocasiones le dibuja las cosas en el pecho o se las da para que las palpe.
De esta manera, el niño pasa a llamarse Ojo de Nube y conforme es más grande se dan cuenta de que posee una vista que ninguno de los indios crow tiene. Es un ojo que ve más allá de lo que ven los ojos humanos, un instinto y unas premoniciones gracias también a una amplificación de sus otros sentidos y a su sintonía con la naturaleza.
Así es como Ojo de Nube ayuda a sus congéneres a cazar o a ser conscientes de los peligros que los acechan. Uno de los peores son los hombres blancos, los malacosa, que van a lomos de un animal, el pataslargas (caballo), que ha invadido sus tierras y arrasa con los animales y las plantas que encuentra a su paso.
Ojo de Nube tendrá que idear un plan para echarlos de sus tierras y ayuda a su padre y a otro cazador para conseguirlo mediante el uso de su sentido especial, ese que le permite prever sucesos y conectar con la naturaleza.
Una novela que mereció el premio El Barco de Vapor porque muestra los valores de la perseverancia, la tolerancia, la ayuda, el respeto por la naturaleza y por lo diferente, la comunicación, la humildad, la colaboración...
Es un canto a la naturaleza según la sinopsis que nos ofrece la contraportada porque en ella se describen los paisajes con ánimo de invitar a quererlos, a protegerlos y a disfrutarlos porque son una valiosa posesión. También habla del calor humano, de la ayuda entre iguales y de la avaricia de seres que sólo quien su beneficio destruyendo sin miramientos plantas y animales.
Es un libro muy instructivo y entretenido para niños y para los mayores también es una forma de volver a mirar con ojos inocentes de niño y pensar y reflexionar acerca de nuestro trato al medio ambiente.
Otra reflexión que se deriva es la de la tolerancia a lo diferente, sobre todo a las personas que son diferentes, no por serlo son inferiores, porque la posible carencia o diferencia siempre se compensa con otras capacidades o simplemente forma parte de lo que somos: seres humanos con unas características que nos hacen únicos y valiosos en sí mismos.
Espero que le dediquéis un tiempo a este tipo de lecturas que nos ofrecen una visión simple pero muy clara de la vida y una lección muy sabia para que nos replanteemos ciertos valores.
Un saludo y gracias por leerme.
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