Crítica "50 sombras más oscuras" (película)

Ya he visto al señor Grey en "50 sombras más oscuras" y no, no hay novedad. Había leído ya el libro pero no me acordaba de los ataques de ex-sumisas psicóticas y del afán vengador de Jack, el jefe pateado en los c...... por partida doble y cuya vida se ve arruinada con una simple llamada por querer acosar a Anastasia. Sin contar los 24.000 dólares ganados cada 15 minutos y el velero (lo próximo un cohete, porque ya hemos visto la conquista de tierra, mar y aire con súper artefactos, por lo tanto, nos queda el espacio).

Con los amarres de BDSM hay una ligera evolución, pero nada importante, no pasa de los cachetes en el culo y las bolas chinas.

No olvidemos a la señora Robinson, muy bien interpretada por Kim Basinger (otra que se ha desmochado la cara como su compi Mickey Rourke y que ya tuvo su éxito como protagonista de otra película guarrona: 9 semanas y media, con el ya mencionado).

Y como conclusión, posesión al poder... Grey tiene poder sobre el trabajo de Anastasia, sobre su coche, su teléfono, su ordenador y hasta sus bragas, sin dejar atrás su vagina, ya que le pone él mismo las bolas chinas, por si le quedaban dudas.