LA CHICA DE NIEVE. JAVIER CASTILLO. Editorial Suma de Letras. 2020.
Buenos días, por fin es viernes.
Aunque a mí me parecen todos los días iguales.
La reseña de hoy se estaba haciendo de rogar, porque tengo el libro desde 2020, que salió durante el confinamiento. Y la razón de por qué he elegido leerlo ahora ya sabéis cuál es. Claro, la serie se ha estrenado hace poco en Netflix.
El caso es que yo leí antes su continuación, El juego del alma, que también tiene su reseña aquí en el blog y que no necesariamente tiene que leerse después de La chica de nieve. La protagonista es la misma, Miren Triggs, una joven periodista.
En la novela que nos atañe, Miren se dedica a investigar el caso de la desaparición de Keira Templeton, una niña de tres años que se esfuma durante la cabalgata de Acción de Gracias en 1998 en la ciudad de Nueva York.
Durante cinco años, tanto el agente del FBI encargado de las desapariciones, Ben Miller, como Miren Triggs, ayudada en una ocasión por su profesor de la universidad, Jim Schmoer remueven cielo y tierra para encontrar a la pequeña mientras sus padres se sumen cada vez más en la desesperación y la desesperanza.
Hasta que en 2003 aparece en el buzón de los Templeton un paquete con una cinta VHS en la que se puede ver a Kiera con ocho años en una habitación. Esto alivia tremendamente a sus padres e impulsa de nuevo al agente Miller y a Miren a continuar investigando y descubrir el paradero de Kiera.
Miren ya es toda una profesional del periodismo y continúa también con otra búsqueda relacionada con un hecho muy oscuro de su pasado. Esto último es otro de los motivos por el que quiere ayudar a los Templeton, porque ve en Kiera el miedo y el desamparo que una vez sintió ella.
Pero el tiempo pasa y los caminos que se toman conducen a calles sin salida o los recursos de que disponen no son suficientes. Por lo que continúan llegando cintas cada cierto tiempo en las que se ve a Kiera ya crecida.
A pesar de todos los palos en las ruedas, Miren nunca tira la toalla y se promete hacer todo lo posible por encontrar a la niña.
Con un ritmo constante durante el cual hay algunas taquicardias, la novela nos conduce por los oscuros caminos de la memoria, los miedos que nos crean los traumas y la fuerza de los deseos, que nos puede llevar a cruzar líneas infranqueables de lo moralmente correcto.
De nuevo Javier Castillo crea una atmósfera de tensión e intriga con una trama principal y otra secundaria que no nos permite abandonar la historia.
No sé cómo habrá sido adaptada la serie, pero solo pareciéndose un poco al libro en cuanto al argumento, seguro que triunfa.
Saludos y feliz finde.
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