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viernes, 21 de mayo de 2021

La farmacéutica: 492 días secuestrada de Carles Porta

 



LA FARMACÉUTICA: 492 DÍAS SECUESTRADA. CARLES PORTA. Reservoir Books. 2021.


Saludos, amigos lectores rellenitos de crema.

En este viernes de un caluroso mes de mayo, con la misma ilusión de siempre escribo este post para hablaros de una lectura muy interesante que narra unos hechos reales que acaecieron en 1992 y años posteriores en España.

En esa época yo era muy pequeña, dos años tenía, y no conocía lo que nos narra el autor, Carles Porta: el secuestro de la farmacéutica de Olot, Maria Àngels Feliu Bassols.

Esta señora fue raptada el 20 de noviembre de 1992 en su garaje mientras terminaba de aparcar y, después de ser trasladada a otros vehículos y a un sótano de una casa unifamiliar situada en un pueblo cercano a Olot, permaneció encerrada en un cubículo de 18 metros cuadrados durante 492 días.

Allí tuvo que soportar el ataque de insectos, falta y escasez de luz, humedad, falta de espacio y de higiene y vivía a base de bocadillos a los que luego añaden fruta y yogures. Además, el eterno suplicio de la radio cuyo sonido sale de un altavoz que le sitúan en ese zulo, la alternancia de los secuestradores que finjen ser mucho más de dos (los que son en realidad) y la tristeza que la abruman porque está lejos de su famila la llevan a querer quitarse la vida dos veces.

Pero, salvando estas ocasiones, Maria Àngels permanece fuerte psicológicamente, atenta, se alimenta y bebe cuanto puede, se mantiene informada aunque esto a su vez suponga su derrumbe y reza para no perder la cordura y la esperanza. Sabe también que si, como dicen, hay un móvil económico, su familia, más o menos bien posicionada, pagará por ella el rescate del que le hablan sus captores.

De esta forma se desarrolla su cautiverio, descrito en el libro gracias a sus declaraciones y las de los imputados. Aunque lo que más llama la atención no es este relato exactamente, pese a ser morboso, sino la investigación por parte de la Guardia Civil.

Durante el año y pico en el que la olotense está cautiva, se producen demasiados errores y negligencias cometidas por los investigadores de la Benemérita sobre todo y por otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, que junto a la intromisión y las mentiras de la prensa y una inmensa cantidad de impostores, videntes y aprovechados que buscaban la recompensa, provocaron que la farmacéutica estuviese encerrada mucho más tiempo del que en principio pensaron los secuestradores. Sin contar la encarcelación e imputación de dos inocentes.

Porque los verdaderos culpables, debidos a los palos de ciego que se daban en las pesquisas y la notoriedad que estaba adquiriendo el caso, contactaron en pocas ocasiones con la familia para pedir un rescate y una cita en la que entregarlo y liberar a Maria Àngels. El miedo les condicionó en sus actuaciones.

El libro nos resuelve las dudas que seguían rondando estos hechos desde 1993 cuando la secuestrada fue liberada y que culminaron con una sentencia en abril de 2003. En él, el autor nos asegura que se dice toda la verdad debido a su documentación y a otros libros que también se publicaron sobre este caso.

A mí me ha gustado muchísimo y me ha enganchado, a pesar de que no viví su trascurso en el momento al ser tan pequeña, pero del que sí había oído algo cuando se volvió a hablar de ello en 2003.

Impacta mucho el relato del secuestro y la experiencia de la mujer, pero el de la investigación y la cantidad de bandazos que se dieron sorprende aún más y decepciona bastante acerca de las actuaciones de las autoridades.

En mi opinión es un libro que parece bien documentado y aunque podría asemejarse a una novela de intriga y un thriller, lo cierto es que fue algo real ocurrido en nuestro país. En esta época en la que se sucedían los secuestros por parte de ETA, hubo varios raptos realizados por gente no profesional con fines económicos como este.

Se lo recomiendo a los amantes de crímenes y secuestros reales a los que les gusta el morbo, pero también a aquellos que buscan llegar al fondo de un asunto que mantuvo en vilo a una familia y a una sociedad durante 492 días.

Hasta la próxima. Feliz fin de semana.


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