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sábado, 7 de marzo de 2020

Dónde crees que vas y quién te crees que eres de Benjamín Prado




DÓNDE CREES QUE VAS Y QUIÉN TE CREES QUE ERES. BENJAMÍN PRADO. Editorial Anaya. 1996.

Hola, de nuevo.

En este libro tan corto que traigo hoy tampoco me quiero extender mucho. La causa es que aparte de ser corta, es una novela entre un poco surrealista, extraña y enrevesada.

El libro relata la historia de un chico que encuentra un libro en el despacho de su padre con el título de más arriba, el cual cuenta las anécdotas de Stevenson, otro chico que, a su vez, está narrando lo que leyó en un libro que encontró su amigo, Romeo Portugal en una maleta, La puerta de las tres cerraduras.

El autor de esta última novela es Alberto Turpín, quien ve aparecer en sus sueños a Dickens, Andersen y Scott, los tres famosos escritores. Estos le revelan un sorprendente secreto acerca de tres manuscritos que contienen el final triste y pesimista de una novela de cada escritor.

Para poder destruirlos, no solo estará inmiscuido Turpín, quien cree en su sueño y se pone manos a la obra en la realidad, sino también Stevenson, su amigo Romeo y como no, nuestro último protagonista, el narrador más actual.

Pero nada parece fácil y para llegar a su destino, todos los personajes deberán poner a prueba su agudeza y meterse psicológicamente en el papel del protagonista del libro que están leyendo o, simplemente, dedicarse a emularlo en la práctica.

Otro libro que habla de libros, en concreto de obras maestras de la literatura como Ivanhoe, La Sirenita o Las aventuras de Oliver Twist. Que nos invita a leer y que muestra la lectura como un refugio, una fuente de riqueza y una manera de convertirse en un personaje, de vivir su vida.

La gramática es un poco enrevesada, con muchas frases subordinadas y, para mi gusto, una sobrecarga de frases didácticas que desorientan un poco a la hora de seguir la trama.

Es un libro al que hay que pillarle el significado intentando meterse en él, siguiendo de forma exhaustiva el curso de los acontecimientos y releyendo en ocasiones para saber en qué parte estamos. Aunque hay una guía cromática que permite saber quién cuenta la historia, es decir que el texto cambia de color según el narrador (negro, rojo y azul).

Por tanto, pienso que es una novela juvenil interesante pero creo que forzada y que peca de excesivos circunloquios. Sinceramente, para ser juvenil, acaba por no enganchar y se vuelve aburrida en muchas partes.

La recomiendo para los que no tienen problemas en leer tramas un poco rebuscadas y bastante confusas, en definitiva, excéntricas.

Un saludo y buen finde.

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