SHERLOCK: ESTUDIO EN ROSA. STEVEN MOFFAT, MARK GATISS Y JAY. Norma Editorial. 2019.
Domingo, domingo, se escurre el puente...
Hemos llegado al final de estos tres días en los que he leído, he paseado, he comprado, me he reencontrado con amistades que hace tiempo que no veía, he visitado el cementerio... Y el resultado es esta reseña y otra mañana.
En este manga el protagonista es el archiconocido Sherlock Holmes, un personaje creado por Conan Doyle que aquí, al igual que en las novelas originales, aparece como un genio excéntrico, rey de la deducción, asocial y amigo de ciertas sustancias.
La historia comienza cuando el doctor Watson llega de la guerra desde Afganistán y reflexionando se da cuenta de que necesita compartir piso para poder vivir en un sitio tan caro como Londres. Pensamiento que llega a compartir con un amigo de la universidad, donde estudió medicina.
Este lo lleva a conocer a Sherlock Holmes, que está en el depósito de cadáveres haciendo sus averiguaciones. Allí, con solo unos segundos de observación, Holmes deduce muchos detalles de la vida del doctor Watson.
Y sin esperarlo, además le comenta al bueno del doctor que seguramente compartirá casa con él. Por eso le propone ir al día siguiente a la calle Baker, al 221.
Allí que va Watson, con su cojera psicosomática y su bastón y se encuentra con un lugar caótico, donde los diálogos son confusos y el desorden abunda por doquier. Pero es en ese mismo lugar donde le proponen a Holmes que asesore a la policía acerca de unos supuestos suicidios en serie de cuatro víctimas y Sherlock le propone al cojo ir con él. John acepta y comienzan así las indagaciones del detective más famoso del mundo, que acaban con un caso resuelto y unos compañeros de piso muy singulares.
Basado en la novela Estudio en escarlata, el manga ha modernizado la historia y creo que también se ha basado en la serie, pues los personajes se parecen mucho a los actores.
En todo caso, es un cómic ameno, fluido, con esas interjecciones y expresiones típicas de este género de la narrativa en el que son muy importantes las facciones, los gestos y el ambiente en los dibujos.
Sin duda, una gran aventura del detective en la que este lleva a cabo un proceso de reflexión y deducción que tantas veces lo haga, tantas veces nos sigue asombrando.
Como decía, un libro que entretiene y recuerda mucho a lo que fue la serie: 'Sherlock.' Y es muy recomendable para aquellos perezosos a los que los clásicos se les ha atragantado, porque seguro que luego se animan con la novela. O a jóvenes que pretenden acercarse a la literatura clásica de esta forma.
Las imágenes son muy ilustrativas del texto y expresivas, aunque como en casi todos los mangas, son en blanco y negro. Lo que no les quita nada de protagonismo frente al texto, que también está cuidado.
Os animo a leer este tomo que supongo que no será el último de Holmes, cuyas peripecias han sido seguidas por millones de fieles lectores.
Un saludo y a vivir que son dos días.
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