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jueves, 5 de septiembre de 2019

Hacia la belleza de David Foenkinos





HACIA LA BELLEZA. DAVID FOENKINOS.Editorial Alfaguara. 2019.

Otro día más y esto no para.

El libro de hoy tiene escasas 200 páginas aunque es bastante profundo. Aun así, en un día prácticamente me lo he ventilado.

Como la mayoría de escritores franceses (y él en especial), Foenkinos nos sumerge en una tierna historia, muy emotiva, donde la belleza del arte es el pañuelo que seca las lágrimas y el consuelo de la tristeza.

Antoine, un profesor de arte de la universidad de Lyon, decide romper con su vida y trasladarse a París para hacer una entrevista de trabajo para el puesto de vigilante de sala en el museo de Orsay.

Mathilde, la directora de recursos humanos, está asombrada de que un hombre de su talento descienda tantos escalones y se presente a un puesto tan poco acorde con su experiencia. Sin embargo, decide contratarlo y averiguar por qué.

Pero Antoine, que tiene claro qué es lo que quiere y su deseo es rodearse de arte, es muy parco en palabras y apenas habla de su vida pasada. Aunque Mathilde vislumbra algo trágico en su vida que lo ha empujado hasta allí.

Tras un incidente en el museo, Antoine le cuenta qué desencadenó su marcha y la novela nos desvela una historia muy triste de alguien de su pasado.

Con un despliegue monumental de emociones y una montaña rusa de estados de ánimo, la narración nos conduce por dos vidas llenas de tragedia y desesperación, de idas y venidas, de caídas y renacimientos, todo ello reconducido y dirigido siempre por la belleza, la belleza que inspira el arte.

El refugio de los protagonistas es esta belleza, que todo lo calma, hasta la más profunda de las depresiones y de las angustias.

Una novela, como he dicho, tierna y muy emocional. Llena de intimidad, propia de la novela francesa y de este autor, donde los personajes se dibujan con mucha profundidad psicológica. Cada matiz de la personalidad o de las emociones vividas juega un importante papel en el desarrollo del relato y el lector que no sepa interpretarlo e incluso sentirlo, no terminará de encajar el libro. Puede que incluso no le guste o le parezca llevado a lo extremadamente trágico.

Pero Foenkinos escribe así, desde lo más recóndito del corazón y los sentimientos, algo que ya experimenté con La delicadeza. Por eso, lo recomiendo a todo aquel que sepa dejarse arrastrar hasta ese mundo emocional y afectivo y que además, sepa entenderlo y respetarlo. De otra forma, la novela puede hacerse aburrida y recargada.

Sin más, os invito a conocer la obra de este autor, particular y profunda.

Un saludo.


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