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domingo, 10 de febrero de 2019

La melodía de la oscuridad de Daniel Fopiani


LA MELODÍA DE LA OSCURIDAD. DANIEL FOPIANI. Editorial Espasa. 2019.

Otro domingo por aquí.

El libro de hoy tiene un título muy sinestésico, es decir, que une dos sentidos (vista y oído) en una misma realidad.

Y el argumento está muy relacionado. Adriano, exagente de la Guardia Civil y ciego desde un accidente cuando estaba de servicio, vive en Cádiz. Allí, es asesinado un guarda en un museo y ha sido encontrado en una posición extraña. Dada la desorientación del cuerpo de la Benemérita en las investigaciones y en concreto, del teniente Román, este se pone en contacto con el sargento retirado, pues a pesar de estar ciego, trabajó en su momento en el mismo museo. Además, es un buen investigador.

Pero como no parece estar viviendo un buen momento desde su accidente hace muchos años y su mujer no está de acuerdo en que vuelva a exponer su vida, al principio se muestra reticente con el teniente. Después de darle algunas recomendaciones y sugerencias, como ve que no le hace mal el sentirse activo y Román le necesita, decide colaborar en el caso.

Las investigaciones avanzan pero no al mismo ritmo que los asesinatos, pues la mano del asesino, el cual tiene un gran proyecto en,la mente según descubre Adriano, es mucho más rápida que las deducciones del exagente y que las pruebas analizadas en el laboratorio.

De esta forma, se suceden diversas muertes, siempre con la firma de un ser atormentado y depravado que busca el perdón de los dioses. Mientras tanto, Adriano no solo lidia con el caso, sino también con sus propios problemas existenciales y con su mujer, la cual se ha esclavizado para cuidarlo.

Entre demonios existenciales y terrenales, el agente retirado tendrá que intentar superar los obstáculos que le impiden llegar a ser feliz para hacer feliz a su mujer y al asesino en serie que está sembrando el terror en Cádiz.

Así llegará el momento en que se enfrentará a ellos y se dará cuenta de los matices que esconde la melodía de la oscuridad en la que está sumido.

Una novela negra con una trama policial más o menos sencilla, pero con una carga psicológica bastante profunda. Los personajes están muy bien  perfilados psicológicamente y cada uno de ellos juega un papel esencial en el desarrollo de la acción.

Adriano supone la derrota y a la vez el triunfo. Derrota porque es un hombre fracasado, depresivo y con una discapacidad física que lo ha dejado indefenso e incapaz para realizar su trabajo. Pero también ha habido un triunfo, el de la vida, o al menos a sí lo ve su mujer, Patricia, que lo quiere y lo cuida como el primer día.

Patricia es una mujer abnegada, que ha vivido recluida en un mundo triste y apagado desde que su marido se quedó ciego y sin trabajo, y ha renunciado a sus propias ilusiones por hacerse cargo de él, aunque él no se lo agradezca o incluso, la trate de manera hostil.

El teniente Román es un hombre cansado, viudo y con hijos que lo único que quiere es resolver el caso, ascender y poder estar tranquilo en la oficina como alto cargo. Para ello, quiere aprovecharse de la ayuda del que fue su compañero, Adriano, aunque después del accidente no se haya preocupado nunca hasta ahora.

Y por último, nos encontramos con el asesino, del cual nos narran su infancia y adolescencia en un país del este de Europa, donde la convivencia en su casa se convirtió en un infierno. Es está biografía donde encontramos sus razones para matar.

Así, tenemos reflejado el elenco de personajes principales que circulan por la novela, en la que los hechos policiales y los asuntos personales se mezclan para dar lugar a una acción sencilla pero muy bien estructurada, con tintes de misterio y escenas bastante sangrientas.

Por eso, aun no tratándose de una obra maestra de la novela negra, el autor ha creado un ambiente propicio de este género y la trama es bastante absorbente.

El final... angustioso, por lo que en mi opinión, está bastante conseguido, incluso aunque no sea muy sorprendente.

Se la recomiendo a los amantes de este género, pero que no sean muy escrupulosos ante la sangre ni muy impresionables. Porque hay descripciones que si las imaginas de forma muy realista... te puedes llegar marear.


Un saludo y feliz resto de domingo.


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