ANNABELLE. LINA BENGTSDOTTER. Editorial Planeta. 2019.
Hola, hola.
Esta semana me adelanto al acostumbrado domingo porque traigo entre manos un libro que se lee fácilmente y que además, te atrapa desde el minuto uno.
Antes de nada, quería hacer un paréntesis. Como no me gusta entrar en polémica, he decidido no crear una entrada únicamente para algo que sólo quiero señalar.
Llevo leyendo desde hace tiempo, aunque la idea de escribir esto me viene por algún comentario leído más recientemente, que las reseñas en las que se habla más del argumento del libro (la sinopsis, vaya) donde el reseñador no se moja, dando sólo una vaga opinión, no se deben considerar auténticas reseñas.
Al hilo de esto me vinieron a la mente muchas de mis reseñas, comentarios... o como queráis llamarlos, donde muchas veces explico el argumento extensamente y luego hago un sucinto comentario acerca de lo que me ha parecido.
Pues bien. Para mí no existe una definición exacta de lo que es reseñar y repito, para mí. Porque ni siquiera defino lo que escribo realmente como reseña, lo llamo así porque es la palabra que más se utiliza si estamos hablando de la crítica de un libro.
Por otra parte, independientemente de que lo que yo escriba sea una reseña al uso o no, en mi blog he escrito, escribo y escribiré lo que quiera y como quiera. Sin herir sensibilidades y con el máximo respeto expresaré lo que tenga a bien y como lo tenga a bien.
¿Que existen blogueros con unas reseñas de infarto? Me parece perfecto. Yo escribo lo que me transmiten los libros en cuanto termino de leerlos y es lo más sincero y casi sin depurar que puedo devolver al mundo. ¿Que eso no incluye una opinión de cuatro párrafos bien argumentados y un análisis profundo de la obra? Pues puede ser, pero es mi forma de transmitir lo que pienso. Nadie está obligado a leerlo. De hecho, a veces no sé siquiera si alguien lo lee.
Pero partiendo de la base de que puede que nadie lo lea, sigo con este proyecto porque para mí es un desarrollo personal y cultural. E, incluso, me gusta leer lo que escribo al año para recordar ciertos detalles de los libros que he leído.
Por eso principalmente y por lo que supone como reto mantener un blog dos años activo, es por lo que escribo "mis reseñas." El resto, viene solo.
Después de este paréntesis, vuelvo a la carga con la novela.
Está escrita por una autora sueca (nórdica) y como no podía ser menos, es del género negro y policiaco. Lo que ya nos da una pista de su calidad.
Annabelle es la chica de diecisiete años que ha desaparecido en Gullspäng, un pueblecito insignificante de Suecia de donde es también la protagonista, Charlie, policía que pertenece a la Brigada Operativa Nacional.
Hace más de veinte años que no pisa por allí, pero Charlie se ve obligada a aceptar el caso para afrontar los malos recuerdos que tiene del lugar en el que transcurrió su infancia.
Allí, además, no sólo lucha contra los demonios del pasado, sino también con los de su adicción actual. Pero entretanto, la policía tiene que investigar la desaparición de la adolescente con ayuda de su compañero en el caso, Anders.
Él, ella y otros agentes del pueblo tendrán que interrogar a todos sus allegados, amigos y otros adolescentes que estuvieron en la fiesta en la que se la vio por última vez.
Y conforme avanzan las pesquisas, Charlie y su compañero descubren cada vez más sobre la vida de esta singular chica, sobreprotegida por su madre, estudiosa pero también rebelde...
Hasta que Charlie se ve asaltada por un contratiempo que la llevará a desvelar oscuros secretos que tienen que ver con ella y su familia.
Pero claro, esto no queda así, como en toda novela negra, el final es una meta muy codiciada y en la mayoría de los casos, sorprende al lector. En este, no iba a ser menos.
Los derroteros por los que nos lleva la autora nos dirigen a un camino oscuro donde la vida de la protagonista está muy presente, por lo que intuyo que (aparte de porque el libro se anuncia como parte de la saga Los crímenes de Gullspäng), aparecerán nuevos libros que se desarrollen en el mismo sitio y con esta policía
Sin embargo, no hay que fiarse nunca. Una cosa puede parecer pero no ser, por lo que el final nos deja anonadados. Aunque en mi opinión, la escritora ha querido dar tanto énfasis a los secretos del pasado de Charlie, que la solución del caso pasa como de puntillas en las dos últimas páginas. Te sorprende pero no llega a calar dentro, porque lo que en realidad te ha dejado con la miel en los labios es lo que he dicho antes, el pasado de la policía.
Supongo que es parte de la estrategia comercial y literaria, aunque espero que, de ser así, en el próximo libro haga más hincapié en el final.
Y sin más, lo recomiendo a los amantes de la novela negra. Para mí no es una obra magistral, pero reconozco que su estilo es desenvuelto y absorbente.
Un saludo y hasta otra.
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