REINA ROJA. JUAN GÓMEZ-JURADO. Ediciones B. 2018.
Hola, amigos/as.
¿Cómo os cuento yo esta novela? Si es que... En menudos embolaos me meto.
No hay que contar mucho, hay que leer, y con esta novela lo vais a hacer mucho, aunque claro, como que no te vas dando cuenta. Es una novela negra, con su suspense, su acción, sus vueltas de tuerca. Precisamente está recomendada a los amantes de este género.
La idea para ir abriendo boca: Antonia Scott es una señora muy lista que vive en un ático de Lavapiés casi vacío, como su vida. Tiene un CI altísimo pero está aislada en su casa y solo sale para ir al hospital, ahí hay alguien que le importa mucho. Solo habla con su abuela por vídeollamada.
Pero un día, unos pasos que resuenan en las viejas escaleras la sacan de sus tres minutos de tranquilidad y se enfada. Porque son sus tres minutos y porque intuye que la buscan a ella.
El inspector Jon, por su parte, está bien jodido y le han chantajeado. Así que se resigna y va a buscar a esa señora tan inteligente.
Jon y Antonia se conocen, pero Antonia no está por la labor y no quiere colaborar. Ya dedicó su vida a esa tarea, ya la han usado lo suficiente y a ella ya no le interesa ningún caso.
Y hasta aquí puedo leer. No es una cuestión de dejaros a medias, es que el resto hay que vivirlo in situ, esa es la finalidad de esta reseña.
En mi caso, no voy a decir que sea una obra maestra, ni que el autor se haya superado a sí mismo, ni siquiera que me he leído la novela en un suspiro, como casi todos los tweets que he leído sobre ella.
¿Cómo os cuento yo esta novela? Si es que... En menudos embolaos me meto.
No hay que contar mucho, hay que leer, y con esta novela lo vais a hacer mucho, aunque claro, como que no te vas dando cuenta. Es una novela negra, con su suspense, su acción, sus vueltas de tuerca. Precisamente está recomendada a los amantes de este género.
La idea para ir abriendo boca: Antonia Scott es una señora muy lista que vive en un ático de Lavapiés casi vacío, como su vida. Tiene un CI altísimo pero está aislada en su casa y solo sale para ir al hospital, ahí hay alguien que le importa mucho. Solo habla con su abuela por vídeollamada.
Pero un día, unos pasos que resuenan en las viejas escaleras la sacan de sus tres minutos de tranquilidad y se enfada. Porque son sus tres minutos y porque intuye que la buscan a ella.
El inspector Jon, por su parte, está bien jodido y le han chantajeado. Así que se resigna y va a buscar a esa señora tan inteligente.
Jon y Antonia se conocen, pero Antonia no está por la labor y no quiere colaborar. Ya dedicó su vida a esa tarea, ya la han usado lo suficiente y a ella ya no le interesa ningún caso.
Y hasta aquí puedo leer. No es una cuestión de dejaros a medias, es que el resto hay que vivirlo in situ, esa es la finalidad de esta reseña.
En mi caso, no voy a decir que sea una obra maestra, ni que el autor se haya superado a sí mismo, ni siquiera que me he leído la novela en un suspiro, como casi todos los tweets que he leído sobre ella.
¿Para qué? Tampoco es verdad. No es una cuestión de estética, Juan y sus novelas son bastante guapos. Me conformo con decir que he leído otra novela de Juan Gómez-Jurado. Está todo dicho. Aunque matizaría.
Esta novela está a la altura de Cicatriz o El paciente o quizás un poco más alto que Espía de Dios. Pero lo importante es que Es la esencia de Juan lo que está en ella. Como dijo él en Late-Motiv (el programa de Buenafuente), cada personaje tiene algo de él. Y sus páginas rezuman esa gracia que tiene escribiendo y hablando.
Y es que, está la otra parte de la lectura, de la trama, de los personajes y de todo lo literario que concierne a una novela, las personas. Cómo es quien escribe, si lo has conocido, si has podido hablar con él o ella. Y eso es lo que ha pasado aquí, que ya me he cruzado con Juan y es bastante majo. Como decía antes, sientes ahí su frescura.
Es un hombre que despierta la simpatía y te invita a entrar en sus libros con sus palabras. Porque cae bien, porque es buena gente y además, lo que escribe te atrapa. Esto es lo mejor del libro. Que lo he leído habiendo conocido a su autor y claro, es imposible no leerlo a gusto. Con mucho gusto y disfrutando de cada giro, de cada comentario ingenioso, de cada significado entre líneas, de cada ironía.
Es un hombre que despierta la simpatía y te invita a entrar en sus libros con sus palabras. Porque cae bien, porque es buena gente y además, lo que escribe te atrapa. Esto es lo mejor del libro. Que lo he leído habiendo conocido a su autor y claro, es imposible no leerlo a gusto. Con mucho gusto y disfrutando de cada giro, de cada comentario ingenioso, de cada significado entre líneas, de cada ironía.
Mientras leía, acompañada de Jon ("no es que esté gordo") y Antonia, me imaginaba a Juan Gómez-Jurado ahí con su sonrisilla y toda su labia escribiendo en el ordenador, bordando los comentarios de los personajes, tejiendo los tejemanejes de cada uno y ya está: novela de Juan Gómez-Jurado. Reina Roja. Tan real y tan Real (por lo majestuoso de lo que escribe) como su título. Eso es. Nada más.
Un saludo.
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