IL VISCONTE DIMEZZATO (EL VIZCONDE DEMEDIADO). ITALO CALVINO. Editorial Mondadori. 2012.
Buenos lunes.
Reseño a principios de la semana porque esta mini novela la leí ayer de un tirón. En italiano, eso sí, y con algunas pausas para buscar el significado de algunas palabras.
Pero, exceptuando que no era en español, aunque lo encontraréis en español, puesto que es una obra conocidísima del autor, la historia es bastante entretenida, divertida y por supuesto, didáctica.
En esta historia conoceremos a Medardo de Terralba, un joven vizconde que en la guerra contra los turcos es alcanzado por un cañonazo y se parte en dos. De este terrible accidente sólo queda su parte derecha, la cual es curada y vuelve como si nada a su pueblo.
Allí, la gente lo recibe asombrada, puesto que no pueden entender cómo sigue vivo. Mientras, el medio vizconde se encierra en sus aposentos del castillo, pero al poco tiempo sale de ellos y comienza así a obrar el mal. Y es que la mitad del vizconde que ha regresado es su parte mala y se dedica a todo tipo de fechorías ante las cuales los habitantes no pueden más que resignarse y temer al vizconde.
El narrador, su sobrino, el cual es ignorado por su familia, nos muestra la maldad del susodicho y nos narra la historia de cómo su tío engaña y violenta a todos y todo lo que le rodea. Pero la llegada al pueblo de un ser bondadoso lo cambiará todo y nos hará ver que los extremos nunca fueron buenos.
Y es que la virtud está en el medio (la virtù sta nel mezzo, que dicen los italianos).
La novela es un dechado de enseñanzas entre las que destaca esta última que os he señalado. Ni lo excesivamente malo es agradable y beneficioso ni tampoco lo excesivamente bueno por ser demasiado exhaustivo y a veces, perjudicial.
Pero la didáctica no se queda ahí. De toda la historia subyace también el hecho de la demediación, esto es, que el ser humano tiene diferentes partes. No hablamos necesariamente de una buena y una mala, como en el libro, sino de partes de nosotros mismos que encierran unas determinadas características en cuanto a gustos o personalidad que a veces, ni nosotros mismos conocemos.
Otras, deseamos ser quien no somos y nos sentimos incompletos, como sería el caso del vizconde, que anda por ahí con una parte menos de sí mismo. Queremos completar una parte de nosotros mismos que en realidad no existe y forzamos a veces ese mecanismo mostrándonos a los demás como no somos, por el mero hecho de gustarles a ellos o a nosotros mismos.
Otras, deseamos ser quien no somos y nos sentimos incompletos, como sería el caso del vizconde, que anda por ahí con una parte menos de sí mismo. Queremos completar una parte de nosotros mismos que en realidad no existe y forzamos a veces ese mecanismo mostrándonos a los demás como no somos, por el mero hecho de gustarles a ellos o a nosotros mismos.
En general, aunque con escenas muy divertidas, que de vez en cuando nos absorben en un mundo surrealista como es el de una persona que está partida en dos y sigue viva, el libro trata de mostrarnos un mundo extremo en el que las cosas puras acaban por ser perjudiciales por la falta de matices y de adaptación a una existencia cambiante y llena de subibajas como es la de todo ser humano.
Sin duda, una lectura muy amena por ese surrealismo que he mencionado, pero también es un texto para reflexionar acerca de cómo somos y cómo queremos ser, de los extremos y en especial, de la relatividad de las cosas.
La recomiendo a los que disfrutan de tramas sencillas que esconden perlas de sabiduría que nos hacen seguir pensando después de haber cerrado el libro.
Un saludo.
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