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jueves, 30 de agosto de 2018

De matasanos a cirujanos de Lindsey Fitzharris




DE MATASANOS A CIRUJANOS. LINDSEY FITZHARRIS. Editorial Debate. 2018.

Una nueva reseña al final del veranito..., amigos/as. Se acerca el final del verano y las vacaciones, para la gran mayoría, porque para mí empiezan el 1 de septiembre. Muajajaja.

Pero de vacaciones o no, los libros son mis grandes compañeros así que seguiré con mis reseñas igualmente.

Hoy la que traigo es de un libro de no ficción. Es un libro histórico que explica la evolución de la medicina a partir del siglo XIX.

En él nos encontramos al cirujano y científico Joseph Lister, descubridor de la antisepsia en medicina, es decir, de la necesidad de desinfectar las heridas y prevenir, sobre todo, mediante antisépticos la aparición de gérmenes en ellas.

Se les llama antisépticos a los productos que previenen la aparición de sepsis o infección. En el caso de Lister, después de muchos experimentos, fue el ácido carbólico el adecuado para este cometido.

Este, al principio, estudiante de Artes y después estudiante de medicina y cirugía, profesaba la fe de los cuáqueros y gracias a su padre, perfeccionador de las lentes del microscopio, cultivó un interés especial por la ciencia y los experimentos, así como por la observación de tejidos vivos y muertos mediante este instrumento.

Por aquel entonces, el microscopio apenas se sabía cómo usarlo y no se utilizaba, más que nada porque investigación en ciencias había poca.

Pero Lister siempre fue una persona curiosa, sobre todo en su campo y nunca dejó de observar y experimentar, muy ajustado a las normas que exige el método científico, casi inexistente en aquella época.

Sus descubrimientos en el campo de las infecciones e inflamaciones en las heridas permitió el gran avance que supuso para la medicina y la cirugía la desinfección y esterilización de lesiones abiertas, de los propios cirujanos intervinientes y de los instrumentos utilizados.

Fue gracias a Pasteur y sus investigaciones, que Lister entendió porque las heridas se infectan y se pudría la piel y posteriormente el miembro lesionado.

Y es que muchas de las amputaciones y muertes que se producían durante las operaciones o en el postoperatorio eran debidas a los gérmenes que pululaban por todas las superficies, que infectaban la herida e irremediablemente se convertía en gangrena, septicemia, erisipela...

Por eso, en aquel momento se llamaba a los hospitales "casas de la muerte," porque era más probable que murieses allí que si te quedabas en tu casa. Tal era el grado de suciedad y mugre que existía en esos lugares.

Pero claro, eran los conocimientos de ese momento, y Lister, al intentar difundir e inculcar lo que había descubierto sobre los gérmenes y el uso del antiséptico en el Reino Unido y otros países, tuvo muchos detractores. Cirujanos que le acusaban de tener pájaros en la cabeza y que seguían creyendo que las heridas supuraban y se infectaban a causa de unos agentes o venenos en el aire que se llamaban miasmas.

Mucho tuvo que investigar y experimentar para conseguir los resultados satisfactorios que le llevaron a crear sus teorías, pero más dura fue su lucha por conseguir que los médicos creyeran en su método y siguieran sus pautas. Porque sabía que esto significaría que se salvarían muchas vidas.

Aparte de ser un gran investigador, Lister trabajó mucho tiempo en Glasgow y Edimburgo como médico de hospitales públicos, así como de profesor de universidad.

Muchos eran los que querían asistir a sus clases y tras varios años de rechazo, Lister consiguió apoyo en la comunidad médica y recibió muchos elogios y premios, sobre todo en Reino Unido por su gran labor en el avance de la medicina y la ciencia, en general.

Un gran libro que nos enseña cómo la perseverancia, la humildad, el esfuerzo y el altruismo, nos lleva a conseguir nuestros propósitos. Esto lo demuestra el que Lister, a pesar de las desavenencias sufridas persiste hasta el final, sabiendo que su aporte a la medicina es una garantía de salvación para muchos pacientes.

Para mí ha sido muy entretenido e interesante, leer sobre las carnicerías que se hacían durante la época victoriana y cómo poco a poco, la brutalidad y la ignorancia dio paso a un mayor conocimiento del mundo microscópico, anatómico y médico.

Recomendado para los que les gusten libros históricos y de ciencia divulgativa. Me ha gustado mucho.

Un saludo.


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