ATAÚD CERRADO. SOPHIE HANNAH. Editorial Espasa. 2016.
Hola de nuevo por estos lares.
Aquí vengo, cargada de misterio con un libro que pretende emular a la reina del misterio, Agatha Christie, con una historia de su famoso detective, Hércules Poirot. Tras celebrarse el centenario de su creación, la autora Sophie Hannah, tras Los crímenes del monograma llega con otro asesinato resuelto por el bigotudo belga y sus células grises.
Tras leer el primer caso de Poirot de la pluma de esta gran autora de misterio, a la que han cedido el honor de hacernos disfrutar con las increíbles deducciones de Poirot, pensé que me había gustado mucho y me recordaba bastante a Agatha Christie aunque nunca sería igual.
Decidí, por tanto, que le daría una oportunidad a los siguientes libros que publicasen. Y así ha sido.
Ataúd cerrado es un libro que nos engaña hasta con el título. Partimos del tradicional argumento de la reina del misterio, unos personajes invitados por la dueña de una gran casa en un bosque perdido de la Irlanda independiente reciben el golpe de un asesinato perpetrado delante de ellos.
Lady Athelinda Playford, una escritora de novela infantil de misterio, invita a unas cuantas personas, entre ellos Poirot y el inspector Catchpool (también presente en el otro libro y narrador de los hechos), a su gran casa porque tiene una importante noticia que anunciar: va a cambiar su testamento a favor de su secretario Joseph Scotcher y deja a sus hijos sin herencia. Lo raro del asunto es que Scotcher está a punto de morirse porque sufre una enfermedad renal terminal.
Nadie entiende este giro inesperado y esa misma noche aparece asesinado el secretario por unos terribles golpes en la cabeza asestados con un garrote. La enfermera de Scotcher afirma haber visto a la hija de lady Athelinda, Claudia, con el garrote destrozándole la cabeza al hombre e incluso, a este suplicándole que parase.
Pero todo se complica aún más cuando se descubre el secreto que escondía el secretario. Es ahora cuando el presunto asesino podría ser cualquiera, porque casi todos tienen un móvil para haber cometido tan atroz acto...
Poirot y Catchpool, después de la investigación judicial y aunque la policía de la Garda (policía de la República de Irlanda) no les permite investigar por su cuenta, interrogan a los invitados para averiguar qué ocurrió realmente, quién asesinó a Scotcher y por qué.
Y tras ahondar en su pasado, descubren ciertos aspectos de sus biografías que les permiten al fin conocer la verdad.
Como todos los libros de Poirot, este me ha gustado también. Se adapta a los típicos casos que este resuelve en las grandes mansiones perdidas de las islas de Gran Bretaña. No se puede decir que sea un libro excepcional, está dentro de las novelas convencionales de misterio. Pero como con todas ellas, he sentido esa incertidumbre y ese ansia de saber que te empuja a leer siempre un poco más hasta llegar al momento en que el detective reúne a todos para contar todo lo que sabe acerca del asesinato y que gran parte de su contenido ha deducido él con sus células grises.
Así que, mi recomendación es para los que como yo, se entretienen muchísimo con los casos de estos detectives creados por los grandes maestros del misterio.
Aquí vengo, cargada de misterio con un libro que pretende emular a la reina del misterio, Agatha Christie, con una historia de su famoso detective, Hércules Poirot. Tras celebrarse el centenario de su creación, la autora Sophie Hannah, tras Los crímenes del monograma llega con otro asesinato resuelto por el bigotudo belga y sus células grises.
Tras leer el primer caso de Poirot de la pluma de esta gran autora de misterio, a la que han cedido el honor de hacernos disfrutar con las increíbles deducciones de Poirot, pensé que me había gustado mucho y me recordaba bastante a Agatha Christie aunque nunca sería igual.
Decidí, por tanto, que le daría una oportunidad a los siguientes libros que publicasen. Y así ha sido.
Ataúd cerrado es un libro que nos engaña hasta con el título. Partimos del tradicional argumento de la reina del misterio, unos personajes invitados por la dueña de una gran casa en un bosque perdido de la Irlanda independiente reciben el golpe de un asesinato perpetrado delante de ellos.
Lady Athelinda Playford, una escritora de novela infantil de misterio, invita a unas cuantas personas, entre ellos Poirot y el inspector Catchpool (también presente en el otro libro y narrador de los hechos), a su gran casa porque tiene una importante noticia que anunciar: va a cambiar su testamento a favor de su secretario Joseph Scotcher y deja a sus hijos sin herencia. Lo raro del asunto es que Scotcher está a punto de morirse porque sufre una enfermedad renal terminal.
Nadie entiende este giro inesperado y esa misma noche aparece asesinado el secretario por unos terribles golpes en la cabeza asestados con un garrote. La enfermera de Scotcher afirma haber visto a la hija de lady Athelinda, Claudia, con el garrote destrozándole la cabeza al hombre e incluso, a este suplicándole que parase.
Pero todo se complica aún más cuando se descubre el secreto que escondía el secretario. Es ahora cuando el presunto asesino podría ser cualquiera, porque casi todos tienen un móvil para haber cometido tan atroz acto...
Poirot y Catchpool, después de la investigación judicial y aunque la policía de la Garda (policía de la República de Irlanda) no les permite investigar por su cuenta, interrogan a los invitados para averiguar qué ocurrió realmente, quién asesinó a Scotcher y por qué.
Y tras ahondar en su pasado, descubren ciertos aspectos de sus biografías que les permiten al fin conocer la verdad.
Como todos los libros de Poirot, este me ha gustado también. Se adapta a los típicos casos que este resuelve en las grandes mansiones perdidas de las islas de Gran Bretaña. No se puede decir que sea un libro excepcional, está dentro de las novelas convencionales de misterio. Pero como con todas ellas, he sentido esa incertidumbre y ese ansia de saber que te empuja a leer siempre un poco más hasta llegar al momento en que el detective reúne a todos para contar todo lo que sabe acerca del asesinato y que gran parte de su contenido ha deducido él con sus células grises.
Así que, mi recomendación es para los que como yo, se entretienen muchísimo con los casos de estos detectives creados por los grandes maestros del misterio.
Y para los que quieran iniciarse en este mundo de novelas policiacas... les aconsejo empezar con Agatha Christie , en concreto con Diez negritos.
Saludillos
Saludillos
Pues la verdad es que no creo que lo lea. Me leí Los crímenes del monograma para ver qué tal había desarrollado Sophie Hannah a Poirot, y no me gustó nada. Le vi demasiado chillón, muy borde y la resolución del caso no era para nada como los casos de Agatha. Me decepcionó.
ResponderEliminarCierto es que ese libro tampoco fue santo de mi devoción, pero este sí que se parece mucho a los casos de Agatha.
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