Menú

sábado, 11 de marzo de 2017

Mi nombre era Eileen de Ottessa Moshfegh


MI NOMBRE ERA EILEEN. OTTESSA MOSHFEGH. Editorial Alfaguara. 2017

Hola cremosos.

Hoy la entrada es una nueva reseña de un libro difícil de calificar. Mi nombre era Eileen no se puede catalogar como diario porque no está escrito así, pero digamos que son las vivencias de una joven que cuenta cómo era su vida antes de que se fuera de su pueblo X-ville (un nombre cualquiera para no decir el verdadero).

La protagonista es Eileen Dunlop, una chica un tanto extraña con una familia poco común. La historia se desarrolla cuando ella tenía veinticuatro años y vivía en X-ville, un supuesto pueblo de Nueva Inglaterra, en Estados Unidos.

Eileen, ya mayor y con otro nombre, cuenta la historia de su juventud que transcurre en más o menos una semana hasta que se va del lugar. Narra cómo tiene que cuidar de su padre, que es un policía alcohólico ya retirado. Cómo es su trabajo en la cárcel para menores, Moorehead. Es anodino, pero tiene algunas distracciones: un guarda llamado Randy al que espía incluso en su casa.

Por otra parte, ella también tiene algunos problemas con el alcohol, no come bien, tiene extrañas costumbres bastante escatológicas y la casa en la que vive con su padre está totalmente sucia y descuidada. Ella también presenta un aspecto desaliñado con las ropas de su madre fallecida.

El libro transcurre en esos días en los que ella va al trabajo, a comprar alcohol para su padre, tiene recuerdos de su familia de cuando antes su hermana vivía con ellos y luego se fue, de su padre cuando aún era policía o de su madre que era muy descuidada, y los dos progenitores que apenas le hacían caso.

En muchos casos, se queja de la falta de atención hacia su persona por parte sobre todo de su padre, del que cree que no le quiere como hija, al contrario que a su hermana y en todos los momentos en que piensa en cómo irse del pueblo o simplemente en que quiere irse, reflexiona acerca de si su padre sentirá pena, si se acordará de ella, si irá a buscarla... como si buscase en todo momento la aprobación de su padre.

Aparte de esta pseudoorfandad, por así decirlo, también siente una soledad muy grande por falta de amigos y gente en la cual confiar. Ni siquiera en la cárcel donde trabaja tiene amigos o compañeros que salgan con ella o con los cuales tenga confianza. Es por eso que, cuando llega Rebecca Saint John, la nueva educadora, una chica guapa, inteligente y que parece congeniar con Eileen, esta cree ver en ella a una posible amiga o aliada.

Se siente tan feliz con el hecho de importarle a alguien, que incluso ve la obsesión por Randy como algo ridículo y no da crédito ante la invitación de Rebecca para que vaya en Nochebuena a su casa, pero por supuesto, acepta y lo ve como una forma de conseguir una amiga.

Pero esa noche Rebecca esconde un secreto que le revela y que de alguna forma, cambia su vida y la precipita a irse del pueblo.

Con unas descripciones psicológicas inmejorables, la autora consigue hacernos entrar en los pensamientos íntimos de Eileen. Nos hace ver la evolución de una chica indecisa, tímida, inocente, triste y con una soledad tan grande que está dispuesta a hacer de todo por Rebecca, de la que quiere ser amiga. El cambio es tan drástico en el momento final, que nos extraña que se vea tan decidida a hacer ciertas cosas y a huir por fin.

Este es un libro de descripciones tanto psicológicas de los personajes, como de pensamientos y reflexiones, de recuerdos, de paisajes...

Quizá al principio puede parecer un poco densa, pero a medida que transcurre la novela, se va haciendo cada vez más vertiginosa hasta que llega el sorprendente final.

Lo recomiendo a quienes disfrutan de las narraciones de la vida de personas peculiares, de historias cuyos personajes se han transformado a lo largo del libro y se muestran con un profundo trasfondo psicológico, sobre todo sentimental.

Hasta más ver.


1 comentario:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar